Wednesday, February 3, 2010
RIQUELME VOLVERIA A LA SELECCION DE LA MANO DE GRONDONA
La Selección Argentina de Fútbol no juega bien. Es ese un hecho indiscutible. Tan indiscutible como la calidad de los jugadores nacionales y el excelente rendimiento que tienen en sus respectivos clubes.
Sin embargo, a menos de cinco meses del Mundial, Diego Armando Maradona no encuentra el equipo y sigue buscando variantes para la falta de juego. Los 94 convocados en poco más de un año de trabajo es muestra clara de eso.
Ante este panorama, Julio Grondona, en sintonía con millones de argentinos, resuelve, casi filosóficamente, que para acabar con las limitaciones futbolísticas en el juego desarrollado por el equipo dirigido por Maradona, todos los caminos conducen a Juan Román Riquelme.
El volante de Boca, tan amado como odiado por la platea futbolera criolla, es único en su especie, le pese a quien le pese. Capaz de cargarse el equipo al hombro, con experiencia en instancias decisivas, dotado de sensibilidad y precisión inigualables en el futbol actual, y con un panorama y una lectura del juego que pocos en el mundo tienen; la ausencia del “Topo Gigio” en la Selección Argentina se notó.
Aclaremos, podría no haber sido así: Podría haber sucedido que la albiceleste no extrañase a Riquelme; que con el despliegue y el empuje de Verón, o los goles de Agüero y Tévez, o con las gambetas de Messi, el mejor del mundo sin dudas, sea suficiente. Pero no lo fue, lamentablemente.
Riquelme renunció a la Selección casi caprichosamente alegando “no tener los mismos códigos de Maradona”, luego de que Diego, casi recién llegado a la Selección, dijese en un programa futbolístico que Román “no le servía” si jugaba atrás de la mitad de la cancha.
“Yo me tengo que enterar por televisión lo que quiere Maradona de mí”, dijo Román en su momento. “Obviamente que los códigos del técnico de la Selección no son los mismos que los míos”, argumentó el volante. Y se fue.
Maradona, lógicamente, no iba a perder en esta guerra del superyo: Decidió no convocarlo, y olvidarse de Riquelme en la Selección.
Ahora, el mandamás de la AFA deberá hilar fino, realmente muy fino para negociar un encuentro entre ambas figuras, ante este pobre presente, y con el Mundial a la vuelta de la esquina.
Trascendió la noticia que Román volvería si y solo si el mismo Maradona es el que realiza el llamado.
Maradona, no hizo declaraciones, y es casi imposible que las haga.
La realidad indica que la Selección Argentina precisa de un hombre como Riquelme, más allá de que el fútbol no es ciencia cierta y nadie sabe lo que puede terminar siendo positivo o negativo sin el diario del Lunes. La realidad también indica que no saldrá de la voluntad de Maradona llamar al diez de Boca. La realidad dice que será Grondona quien haga un último intento de final con perdices para este culebrón. La incertidumbre recae en el talante de ambos, que olvidaron que la camiseta está por encima de cualquier ego.
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