Salvador Cabañas ya gana el partido de su vida. La victoria aún está lejos de conseguirse, pero el dominio que ejerce el delantero del América sobre su padecimiento se nota más.
El de ayer "fue su mejor día desde que está internado aquí", aseguró el doctor Ernesto Martínez Duhart, neurocirujano del hospital Ángeles. El plazo de 72 horas llegó a su fin, pero todavía lucha por sobrevivir.
"Se le hizo un nuevo estudio, se ve que el edema cerebral parece empezar a bajar, ya no aumentó y sus signos están más estables", explicó el médico. "Empieza a tener algunos movimientos voluntarios, lo cual también es muy bueno".
Específicamente "levantó las manos, los hombros, como si se estuviera acomodando".
El diagnóstico parece alentador, aunque Alfonso Díaz, volvió a ser el hombre que solicitó cautela. El jefe de los servicios médicos de las Águilas explicó que estas reacciones pueden ser "instintivas", por lo que solo se sabrá si fueron ordenadas por el propio Salvador hasta el momento en que recobre la conciencia, si es que llega a hacerlo.
El análisis del doctor azulcrema fue detallado por Martínez Duhart: "Lo que eso nos quiere decir es que las vías a la corteza cerebral y de regreso, en algunos movimientos, en algunas funciones, están presentes. No podemos evaluar si son buenas o malas, pero cuando se empieza a tener movimientos de ese tipo nos indica que hay la conexión".
Lo que sí parece es que reconoce las voces de su madre (Basilia Ortega) y su esposa (María Alonso), debido a que su frecuencia cardiaca aumenta cuando las escucha, por lo que las visitas continúan restringidas.
Antes del último parte médico dado por el especialista, la esposa del delantero se dijo confiada en la recuperación de su marido. En entrevista telefónica con el Canal 9 de Asunción, en Paraguay, aseguró que el futbolista "está mejor" y que, incluso, la tomó de la mano y abrió por un momento los ojos.
Esta aseveración de Alonso fue rechazada por el neurocirujano: "Sí puede reconocer una voz familiar, pero no creo que haya habido una comunicación así, muchas veces puede reconocer a la persona porque el corazón aumenta su frecuencia y eso para nosotros es un signo de que está reconociendo algo. Se le permite a su esposa tener un poquito más de contacto con él".
Insistió en que no podemos despertarlo todavía porque se inquieta mucho y no es momento", consideró Martínez Duhart. "Debemos seguir con una buena oxigenación y trabajando con su nutrición, lo que nos va a permitir darle el apoyo para que siga evolucionando como ha estado hoy (ayer)".
A pesar de que el cuarto día que ha pasado el paraguayo en el hospital arrojó datos importantes y esperanzadores, Martínez Duhart solicitó mesura, ya que "puede tener el edema existente y puede presentar cierta mejoría clínica o no tener edema y presentar un déficit terrible".
