Calles de la colonia Planeta de San Pedro Sula. Pelota de plástico o de cuero viejo. Pies descalzos para no arruinar los zapatos de la escuela.
¿Cuántos años tenía en ese entonces? ¿Ocho? ¿Nueve? ¿Diez? Piernitas largas. El más pequeño de todos, pero el más veloz. Una bala de piel oscura que nadie puede detener. Sonrisa enorme a pesar de que sabe que en casa lo esperan para regañarlo.
Otra vez se ha escapado y llegará tarde, sudoroso y con raspones en las rodillas. Y allí, entre cuatro piedras, empiezan los sueños de David Suazo. ¿Con qué sueña el pequeño? Con jugar un Mundial...
En la amplia entrevista con DIEZ, David Suazo también tuvo tiempo para hablar sobre la Selección Nacional y de lo que nos espera en el Mundial de Sudáfrica.
¿David, cómo te sentiste cuando Reinaldo Rueda dijo que si vos no cambiabas de equipo iba a ser difícil que te convocara al Mundial?
El profe tuvo sus motivos. Él es el que toma las decisiones y yo no las voy a cuestionar. Cuando él decide algo es porque ha hecho sus análisis y a mí, en lo personal, lo que me queda es acatar, por muy difícil que sea una decisión del entrenador. Yo no podía forzar al club, en este caso al Inter, para que hiciera algo que no quería. Si el Inter no me hubiera dejado ir, y el profe hubiera tomado la decisión de que los que no tenían continuidad se quedaban, entonces, yo no iba a ir. Lo bueno es que pude cambiar de equipo y que todo eso quedó en el pasado.
No te podían dejar afuera...
No sé… Pero ya no era una decisión mía, ¿verdad?
¿Te molestó que Reinaldo Rueda dijera eso? ¿Te preocupaba? ¿Te daba tristeza?
Me daba tristeza, pero en ese caso yo ya no podía hacer nada. Si el Inter decía: “David se queda”, pues me hubiera quedado porque el club es el dueño de mis papeles.
¿Y un poco de preocupación?
Ya te dije: tristeza.
¿Sentís que Rueda todavía no se ha dado cuenta de lo que vos sos como jugador?
David suelta una carcajada que dura varios segundos: “¡Estás caliente! ¿Qué te pasa? Ja, ja, ja, y esa pregunta… ¡Wow! ¿Te cae mal el profe? Uyuyuy, qué barbaridad. Decime otra vez la pregunta, ja, ja, ja…”.
¿Sentís que Rueda todavía no se ha dado cuenta de lo que vos sos como jugador?
Yo no te puedo contestar esto, es una pregunta provocadora.
Desde niño soñaste con anotar un gol en el Mundial… Estás cerca de ese sueño.
Sí, desde pequeño, imaginate, y ahora, gracias a Dios se puede lograr esa meta. Para mí sería algo fantástico, lindo, tanto para mí como para la Selección. Pero falta mucho camino para llegar al Mundial; yo lo que espero es poder estar en ese grupo de jugadores.
Cuando le íbamos ganando uno a cero a El Salvador, ¿sabías vos lo que estaba sucediendo entre Costa Rica y Estados Unidos?
Absolutamente no.
¿Cuándo te diste cuenta que estábamos clasificados al Mundial?
-Habla como si la clasificación hubiera sido ayer. Se le nota emocionado: “Un instante después de que terminó nuestro partido. Pensábamos que habíamos quedado eliminados, yo me sentía muy preocupado y esperaba noticias del otro juego y de repente nos llegó la noticia que acabábamos de clasificar al Mundial”.
¿Qué sentiste cuando te dijeron que estábamos fuera?
Una desilusión… Aunque no estábamos del todo fuera porque quedaba el repechaje… Pasaron muchas cosas por mi cabeza en ese momento.
¿Y cuando te dicen que el otro juego quedó dos a dos?
Allí fue una locura, me salió toda la emoción, hubo lágrimas… Pensé en Honduras, en mi familia, en la gente que me quiere, en la que me apoya en las buenas y en las malas… Todo eso se me vino a la mente. Solamente nosotros sabemos lo que sufrimos.
Dijo tu father -tu papá- que nunca te había visto llorar… Ni cuando te fuiste al Cagliari con 19 años.
Je, je, je, él no me vio llorando cuando me fui a Cagliari, pero sí lloré. Con lo de la clasificación, pues fueron emociones fuertes. Así sí es bonito llorar, de alegría.
¿Le hablaste esa misma noche a tu esposa?
Sí, la desperté, ja, ja, ja. Estaba dormida, pero se puso muy feliz. Sólo aguantó hasta el primer tiempo, no pudo con el sueño y se durmió del cansancio. Durante los primeros 45 minutos estuvo hablando con mis papás, se mandaban mensajes, les preguntaba cómo iba el partido… Creo que mi esposa sufrió más que yo.
¿Te dolió porque te tuviste que ir a Italia al día siguiente y no pudiste venir a Honduras a compartir la clasificación con tu pueblo?
Te juro que hubiera dado cualquier cosa por estar en Honduras. Me imaginaba que iba a ser algo grande, bello, con mucha emoción porque era algo que hace mucho tiempo estaba esperando el pueblo hondureño. Fue una lástima que no pude ir por mis obligaciones con el club. Los compañeros me contaron que fue algo grandioso.
¿Cómo te sentías cuando ibas en el avión?
El problema es que como que todavía no me daba cuenta que habíamos logrado la clasificación al Mundial; me sentía incrédulo. Como decimos en Honduras, “no me caía el veinte”. Después, poquito a poco, me cayó el veinte. Ahora ya me la creo y pasamos hablando de eso con Muma, con Wilson, Hendry, Edgard, el Feo -Julio César de León-, de lo que conseguimos. Es algo muy bonito.
¿Esto ha unido más a los legionarios?
Sí, claro, porque es algo con lo que soñábamos juntos. Lo platicábamos siempre cuando íbamos juntos en avión hacia Honduras a los partidos de la eliminatoria.
¿En lo personal, para vos fue una buena eliminatoria o sentís que no fue del todo buena?
¡Fue excelente! Y no sólo para mí, para todos. Te lo digo porque logramos el objetivo. Cada quien aportó su granito de arena, desde el que jugó un solo minuto hasta el que tuvo más partidos. Fue, eso sí, una eliminatoria muy difícil para todos nosotros porque vos sabés que en el camino había equipos muy duros.
¿Cuál fue el momento más duro para vos? Uno en que hayás dicho: “Está jodida la cosa”…
Nunca pensé “está jodida la cosa”. Te puedo decir que después que le ganamos a Canadá en su casa, en la cuadrangular, me terminé de convencer en que podíamos ir al Mundial.
¿Y la derrota ante Estados Unidos en “San Peter”?
Fue un momento duro, pero la derrota no nos dejaba fuera. Fue importante, pero para mí no fue el momento más importante de la eliminatoria.
Aquí esperamos lo mejor de vos en el Mundial…
Es normal, comenzando porque yo seré el primero en exigirme más. Y para eso es que estoy trabajando.
¿Te ves de titular?
Me veo como uno del grupo. Lo importante es que los que estén en la cancha den el mil por mil.
Pero me imagino que soñás con jugar el Mundial.
Claro que sueño con eso.
¿A qué vamos a Sudáfrica? Sé sincero…
Tenemos todo para hacer un buen papel. Pero antes hay que jugar los partidos.
¿Qué es un buen papel para vos?
Encarar cada partido con la mayor determinación. Después, sobre los resultados, pues es algo que ya no lo sabemos… Lo que sí sabemos es que tenemos un gran potencial para hacer un buen papel. Y, ¿por qué no?, pasar a la siguiente ronda.
¿Sentís que podemos pasar a octavos?
Claro que sí.
Me voy a poner de aguafiestas… ¿Un buen papel sería perder 1 a 0, empatar otro, perder el otro 1 a 0?
No. Un buen papel es jugar bien. Cuando se juega bien es difícil que perdás todos los partidos. Seremos una bonita sorpresa en el Mundial.
Vos decís que seremos sorpresa, otros dicen que seremos Cenicienta… ¿En qué quedamos?
En que seremos sorpresa.
¿El partido clave es el primero, ante Chile?
Sí. Yo creo que en esto no hay que hacer demasiado análisis. Si ganamos, tenemos posibilidades; si perdemos se complica todo.
¿Ya hablaste con Luis Jiménez, tu ex compañero chileno en el Inter?
¿Con Luisito? Je, je, je, no, todavía no. Posiblemente nos encontremos en ese partido. Será lindo platicar con él unos minutos.
Ya le anotaste a Iker en un partido benéfico en España…
David duda: “¿Iker estaba allí? Sí, sí estaba…”.
Ahora puede ser un gol en serio…
Sería importante.
Costly, Ramón Núñez y hasta Rambo están en esa situación de que si no tienen continuidad se quedan fuera del Mundial… ¿Es para preocuparse?
Ellos quieren jugar el Mundial, son jugadores importantes, lo han dado el todo por el todo y espero que logren solucionar sus problemas.
¿Vos te hubieras venido a jugar a Honduras con tal de tener continuidad?
Ja, ja, ja…¡Qué preguntas las tuyas! Ya estoy en el Genoa.
Ya jugaste un mundial, el Sub-20 de Nigeria y te enfrentaste a España, Zambia y Brasil.
En esa época no me daba ni cuenta. Estaba iniciando mi carrera, no tenía madurez. Ahora es distinto, hay más experiencia, estoy jugando en niveles importantes en Europa. Espero que el Mundial sea algo muy bonito para mí y que me quede de recuerdo para toda la vida.
Aquí ya hablan de un duelo David versus Puyol.
Bueno, si soy de la partida daré el máximo. Si Puyol tiene que correr por mí, pues tendrá que correr.
Pero Puyol pega duro...
Y yo corro duro.
¿España es el mejor equipo del mundo?
Sí.
¿Debemos jugar como ante México en el Azteca, cuando hasta vos andabas de defensa?
Eso lo decidirá el profesor.
¿Ya has jugado mentalmente algunos partidos del Mundial?
Ya, ya, ya… ¿Me estás haciendo un libro? ¡Mucha carabina de Ambrosio!
La última: si tuvieras que darles las gracias a tres personas por lo que has logrado en tu carrera, ¿quiénes serían?
Mi familia, y aquí meto a mis papás, mi esposa, hermanos, hijos; a Maynor Suazo y a Mon Paz.
