Wednesday, March 31, 2010

EL CAMP NOU DICTARA SENTENCIA


Guardiola había declarado que la clave del partido pasaba por tener el balón, pero ni en el mejor de los casos hubiera pensado que sus hombres se iban a tomar sus palabras tan al pie de la letra.

Los jugadores del Barça regalaron una demostración de técnica, verticalidad y ambición que se tradujo en nada más y nada menos que 10 ocasiones claras de gol en los primeros 20 minutos de eliminatoria. Busquets fue el primero en probar las manos de Almunia con un disparo raso que a punto estuvo de convertirse en el primer gol. A partir de ese momento, el Barça puso en evidencia a un Arsenal que fue una caricatura de si mismo ante la atónita mirada de un Arsène Wenger, que no daba crédito a lo que estaba viendo.

El asedio tuvo como protagonistas a Messi, que tuvo claras ocasiones a los 5 y 12 minutos y a Ibrahimovic, que pudo abrir el marcador en otros cuatro remates. Xavi también lo intentó y Piqué también estuvo cerca de marcar, pero corrió su misma suerte. ¿Y que podía negar el gol a un Barça que jugó sus mejores minutos de la temporada? Pues se trata de Almunia. Sí señores, el mismo portero que encajó los goles de la final de París fue un auténtico seguro de vida para su equipo. De no haber sido por el portero navarro, el Arsenal se hubiese marchado al descanso con una sonrojante goleada. De hecho, fue uno de los pocos jugadores destacados en toda la primera parte.

Después del aluvión de ocasiones, el Barça bajó el ritmo del partido. Fue entonces cuando el Arsenal empezó a darse cuenta de que jugaba en casa y que si no se ponía las pilas iban a tener muchos quebraderos de cabeza. Ante un Cesc desaparecido Nasri tomó la manija del equipo y fue el único que creó ocasiones. El galo a punto estuvo de sorprender a Valdés con un disparo cruzado en el minuto 22. Antes del descanso, los ‘gunners’ sufrieron dos contratiempos importantes. El ruso Arshavin, único jugador que parecía poner garra en el cuadro inglés, pidió el cambio de forma inesperada y fue sustituido por el marfileño Eboué. Poco después, el ídolo local, y ex blaugrana, Cesc Fàbregas vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar el partido de vuelta en el Camp Nou.

Nicklas Bendtner puso en apuros a la defensa blaugrana y su remate se estrelló en el palo, para entonces, Máximo Bussaca –curiosamente el mismo árbitro que pitó la final de París entre catalanes e ingleses- ya había invalidado la jugada por fuera de juego del jugador danés.

Los hombres de Guardiola enfilaron el túnel de vestuarios con la sensación de haber perdido una gran oportunidad de haberse ido al descanso con una importante renta. Sin embargo, aún quedaba mucha tela por cortar…

GOLAZO DE IBRA Y PARADÓN DE VALDÉS

La segunda parte no pudo empezar de mejor forma. En la primera jugada, llegó el tan ansiado gol culé. Piqué vio desmarcado a Ibrahimovic, y el sueco se sacó una preciosa vaselina que superó a un Almunia que salió a verlas venir.
El tan importante gol a domicilio había llegado y la primera parte del plan de Guardiola ya se había cumplido. Sin embargo, el Arsenal no tiró la toalla y cerca estuvo de empatar en el 52 por medio de Bendtner, que remató completamente sólo obligando a Valdés a realizar una de sus mejores paradas, volviendo a demostrar que el portero de l’Hospitalet siempre responde en las grandes citas.

El Barça volvió a repetir el asedio de la primera parte, aunque de manera más dosificada. Fruto de ello llegó el segundo gol de Ibrahimovic. Corría el minuto 59 cuando Xavi, que volvió a ser el de siempre, asistió al delantero sueco, que con toda la tranquilidad del mundo, fusiló la portería del Arsenal ante el delirio de los aficionados desplazados a Londres.

Tras el 0-2 el Barça levantó el pie del acelerador creyendo erróneamente que la faena ya estaba hecha. Walcott, que había entrado por Sagna, avisó en el 67 con un peligroso centro, y justo un minuto después recortó distancias en el luminoso tras ganarle la espalda a Maxwell. El 1-2 volvió a meter a los locales en el partido y Cesc sembró el pánico con una falta que se fue cerca del larguero de Valdés.

Si en la primera parte los ‘gunners’ habían perdido a Fàbregas para el partido de vuelta, Piqué lo emuló viendo su segunda tarjeta que también le dejará fuera.

En el minuto 73 se vivió uno de los momentos más emotivos en el Emirates, cuando Thierry Henry entró al campo en sustitución del goleador Ibrahimovic. El galo, que defendió los colores del equipo londinense durante varias temporadas, recibió una gran ovación.

PUYOL, PENALTY y EXPULSIÓN

Pese a que el Arsenal intensificaba su dominio, el partido transcurría sin contratiempos, y nada hacía presagiar que ocurriera lo que pasó en el minuto 83. Bussaca pitó un dudoso penalty de Puyol sobre Cesc y expulsó al central por roja directa. La pena máxima fue transformada por el propio Cesc, que subió el empate al marcador e hizo saltar de alegría a la parroquia local, que empezó a creer en la remontada.

No hubo tiempo para más. El Barça perdió una gran oportunidad de dejar sentenciada la eliminatoria y todo se decidirá el próximo 6 de abril en el Camp Nou.