El seleccionado chileno de fútbol inicia el miércoles contra Panamá la disputa de varios partidos de fogueo con miras a su participación en el Mundial de Sudáfrica.
Este es el primero de una serie de seis a ocho encuentros que el técnico Marcelo Bielsa exigió a la dirigencia para llegar en buenas condiciones a Sudáfrica.
Algunos de estos partidos, sin embargo, sólo servirán para que el estratega argentino vaya definiendo a los escogidos para la Copa del Mundo pues usará sólo a jugadores de la liga local.
El partido con Panamá, dirigido por Jorge Dely Valdés, se disputará en la ciudad de Coquimbo, a 460 kilómetros al norte de la capital.
La serie de encuentros amistosos incluía uno que se jugaría con Argentina en Mar del Plata el 10 de febrero, pero la dirigencia argentina desistió de la invitación que le había formulado a Chile.
"Lamentablemente, nos avisaron que preferían jugar con otro equipo, pese a que teníamos un acuerdo verbal", dijo el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Harold Mayne-Nicholls.
Los directivos han tenido problemas para programar la serie de amistosos que Bielsa exigió.
El equipo sudafricano que había firmado contrato para jugar a comienzos de marzo en la reinauguración del Estadio Nacional desistió por problemas internos y por la exigencia de jugar en casa. Pero la ANFP desea inaugurar las obras de remodelación del principal estadio chileno, en el que el gobierno invirtió 40 millones de dólares.
Uno de los partidos que parece estar definido en el calendario es el que se jugará con México en mayo.
Bielsa comenzó a trabajar el 2 de enero con 18 jugadores que integran equipos de la competencia local y que aspiran a ocupar los cupos que dejarán los seleccionados del exterior, que como ocurrió en las eliminatorias serán probablemente la mayoría de los convocados a Sudáfrica.
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