En busca de la paz definitiva y para alejarse de la pesadilla que tuvo que vivir tras el fatídico encuentro por las semifinales de Champions League entre el Chelsea y el Barcelona en Londres, donde no cobró cuatro penales claritos a favor de los ingleses facilitando la clasificación de los catalanes a la final, el noruego Tom Henning Ovrebo ya se ha retirado del fútbol y dedicará su vida a la espiritualidad siendo monje en el convento luterano de Trondheim.
Y no es para menos, aquel partido quedó en el recuerdo de todos como uno de los mayores bochornos en la historia del referato en el fútbol.
Recordemos que en el partido de ida de la eliminatoria jugado en el Camp Nou, habían empatado 0 a 0, y el Chelsea se había adelantado por 1 a 0 en Stamford Bridge con un golazo del ganés Michael Essien, aunque entre tanto alboroto por las faltas no cobradas Andrés Iniesta puso la pelota en el ángulo de Petr Cech para empatar y clasificar al Barsa por diferencia de gol de visitante.
En una entrevista con el diario español As, Hening cuenta: “Sólo el retiro, la búsqueda de la plena espiritualidad y la entrega a los demás me permitirá recobrar la paz personal que perdí aquella noche aciaga en Londres: sí, le pido públicamente perdón al Chelsea, al Madrid y al mundo… y me hago fraile. En adelante seré el padre Knut“.
“Busqué una explicación a mi actuación en Stamford Bridge y no la encontré ni en Freud ni en ninguno de los grandes. He vivido un infierno, casi a diario se me aparecían Drogba, Ballack y Essien… No podía vivir así. Mis errores se prolongaron en el tiempo: tuve mucho que ver en que el Barça ganara la Champions y le diera paso a la Supercopa de Europa y al Mundial de Clubes“.
Nadie lo va a extrañar al noruego, que pidió perdón tal como ya le había tocado hacerlo cuando le anuló un gol a la Selección italiana en la Eurocopa que había conquistado Luca Toni en perfecta posición.
El padre Knut se despidió entre lágrimas: “Ya no volverán a saber de mí“.
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