Un jugador del Auxerre francés convenció a un árbitro que no expulsara a un jugador que le acababa de cometer una falta. “No me hizo nada, sólo apoyó su mano en mi espalda”, y el árbitro le hizo caso.
Jugaban el Auxerre y el Olympique Marsella, por la primera división de la liga francesa, cuando marfileño Bakary Koné, jugador del Olympique, cometió una falta y el referí, Philippe Malige, se disponía a expulsarlo.
Imprevistamente, el jugador “agredido” Valter Birsa, en una muestra total de lealtad y compromiso por el espectáculo, se dirigió al juez y le pidió que no lo expulsara.
Birsa, eslovaco de 23 años, le dijo: “No me hizo nada, sólo apoyó su mano en mi espalda”
“No hubo mala intención de Koné. Los dos fuimos a por el balón y él se cayó sobre mí. Pero no pasó nada, por eso pedí al árbitro que no le expulsara”, indicó Birsa al final del encuentro.
El árbitro, en otro buen gesto y alejado de la soberbia con que dirigen muchos árbitros en Argentina, cambió de parecer ante las palabras del honesto delantero: “Al principio me pareció ver un empujón con el codo de Koné, que parecía mal intencionado, pero inmediatamente Birsa me indicó que no era así. Le tengo que agradecer diez veces su gesto”, dijo ante la prensa.
El partido finalizó 2 a 0 a favor del Auxerre de Valter “fair play” Birsa.
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