Cuatro juegos de Liga de Campeones. Tres derrotas. Sólo tres puntos en el torneo que se suponía que iba a ser protagonista el Real España.
Anoche los aurinegros perdieron 4-0 de visita en el estadio Olímpico Universitario sin cara, sin deseos y contra un Pumas que inició con los reservistas y apenas dos titulares: Paco Palencia e Ismael íñiguez.
Suficiente para enfrentar a este Real España que apenas se asomó con su jugador bandera, el eterno Carlos Pavón, quien a sus 35 años marca, impulsa, grita y casi le anota en el área chica a Alejandro Palacios.
Iñiguez a los 21 le pegó casi fuera del área chica, dónde no se acercó a marcarlo Andrés Morales.
A los 40, combinación entre Cabrera y Rosales, quien martilló para el 2-0.
En la segunda parte todo igual o peor pues se estacionó la Máquina en su portería. Eso no evitó el 3-0, a los 60 íñiguez disparó, Maynor Martínez desvió y Macías salió mal. Javier Cortés selló la masacre con un tanto fuera del área a los 82.
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