Centenares de personas hacían vigilia ayer frente al estadio de Rosario Central, a la espera de que un día después comience la venta de entradas para el duelo del sábado entre Argentina y Brasil por las eliminatorias mundialistas.
Hoy se pondrán en venta los boletos preferenciales y recién el viernes los populares, que por ser más baratos son a los que aspiran la mayoría de esas personas que acampan a las afueras del estadio.
“No nos podemos perder este partido por nada del mundo”, dijo un hincha identificado como Marcelo al canal TodoNoticias, desde Rosario, a unos 300 kilómetros al norte de la capital argentina.
Ernesto Bua, un estudiante de arquitectura, estaba refugiado en una carpa con sus libros. “Es lo mismo, en vez de estudiar en casa, estudio acá, mientras hago la cola”, dijo Bua, citado por el deportivo Olé del martes.
Se espera que unas 45.000 personas colmen el estadio Gigante de Arroyito, donde Argentina jamás en la historia jugó por eliminatorias.
El tradicional escenario era la cancha de River Plate.
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