El nivel de juego exhibido por el FC Barcelona en los últimos partidos recuerda al que mostró hace ahora un año el grupo de Pep Guardiola. El equipo cubrió entonces un mes de febrero (y los dos primeros partidos de marzo) muy por debajo de la cota a la que había acostumbrado a la afición. Y es que desde que perdiera en el campo del Numancia se plantó en el mes de febrero después de una impresionante racha: 28 victorias y 3 empates en los 31 partidos jugados.
Coincide la ‘pájara’ de 2009 con la de 2010 en el mes y en los resultados obtenidos. Si entonces se perdió un partido (Espanyol) ahora se ha perdido otro (Atlético). Se empató en la ida de octavos de la Champions (Lyon) y se ha empatado recientemente en Stuttgart. Transita el equipo con dudas en la Liga y en Europa, pero como hace un año, manda en el campeonato de la regularidad y es uno de los candidatos con más opciones en la competición europea… Muchas coincidencias que invitan a pensar a que si el equipo fue capaz de despejar las incógnitas que acumulaba, ahora también debe estar capacitado para hacerlo al tener experiencia.
Serviría en estos momentos, para no sacar las cosas de quicio, la expresión que empleó el presidente Joan Laporta en la Trobada Mundial de Penyes de L’Hospitalet el 6 de abril de 2008: “¡Al loro, que no estamos tan mal, hombre!”.
Ciertamente, el Barça, números en mano, no puede encender ninguna luz de alarma. No es el momento. El juego no es el mejor, es obvio, pero en estos casos hay que hacer la lectura positiva porque las cosas, y más en deporte, siempre pueden ser peor: no se juega bien, pero se gana. Si en los peores momentos la realidad es que el marcador manda sobre el resto de objetivos, mejor que sea así y no de otra forma que, sin lugar a dudas, sería mucho peor y sí abriría la puerta de par en par para que en el actual debate apareciese la palabra crisis.
Pero no es el caso. El Barça está obteniendo unos números que la pasada temporada le llevaron a lo más alto en todas las competiciones y que ahora, sin la Copa del Rey de por medio, deben volver a elevarle a la cima, tanto en la Liga como en la Champions, donde el equipo está demostrando que tiene mucho que decir y, lo más importante, muchas ganas de seguir haciendo historia. Sólo tres técnicos ganaron dos Ligas en sus dos primeros años (Fernández, Herrera y Van Gaal) y, de momento, ningún club ha ganado dos Champions consecutivas.
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