Pep Guardiola si por algo se ha caracterizado desde que está al frente de la nave blaugrana es por haber sabido sobreponerse a cualquier adversidad con resultados más que notables. No hay que olvidar, sin ir más lejos, que el técnico blaugrana afrontó una final de la Liga de Campeones ante el Manchester United con las bajas por sanción de los laterales titulares -Alves y Abidal- y con dos jugadores que llegaban muy justitos tras haberse recuperado ‘in extremis’ de sus lesiones -Iniesta y Henry-, además de Márquez, que no llegó a tiempo.
El de Santpedor supo sacar el máximo rendimiento a su equipo, reinventando a Touré Yaya como central y recuperando a Sylvinho, que tenía ya los dos pies fuera del club. Pocos días antes, en la final de Copa del Rey, también tuvo que hacer encaje de bolillos porque tuvo que afrontarlo sin Abidal, sancionado, y con tres jugadores tan importantes como Henry, Iniesta y Márquez, lesionados.
Todos estos antecedentes, y muchos más, son los que invitan a tener plena confianza en Guardiola a la hora de plantear un partido con tantas bajas en defensa -seis en total: cuatro lesionados (Alves, Abidal, Chygrynskiy y Touré Yaya) y dos sancionados (Márquez y Piqué)- y ante uno de los equipos que suelen darle más problemas a los blaugrana, sobre todo a Víctor Valdés.
En principio la única duda que cuenta Pep es quién ocupará la banda derecha en sustitución de Alves. La opción del defensa del filial Marc Bartra es la alternativa que gana más peso, pero no se puede descartar que finalmente sea Jeffren, quien ya jugó en esa demarcación en el partido de Copa ante la Cultural Leonesa, quien finalmente sea el elegido por Guardiola.
En todo caso, lo que parece totalmente inamovible es la pareja de centrales que saltarán mañana en el Calderón, ya que Puyol y Milito garantizan tanto experiencia como seguridad defensiva, dos virtudes imprescindibles para encarar un partido donde se encontrarán a jugadores de la rapidez, picardía y calidad de Kün Agüero y Diego Forlán.
La banda izquierda parece contar con una alternativa seria en la figura de Maxwell, que ya realizó un partido más que satisfactorio ante el Getafe y jugando además en la banda cambiada.
Pero no hay que olvidar que el concepto defensivo para la pizarra de Pep empieza con los hombres de arriba y aquí el técnico blaugrana cuenta con toda su artillería disponible. Messi, en un estado excepcional de forma marcando en todos los partidos, Ibra, que si bien no está muy afortunado de cara a puerta en los últimos días, se ha convertido en referencia indiscutible en ataque gracias a sus asistencias, y por último un Iniesta, que ha recuperado su mejor nivel.
El regreso de Keita, tras disputar la Copa Africa, ha dado equilibrio al equipo y ha sido el mejor aliado para que Xavi siga dirigiendo el equipo con auténtico brío, mientras que atrás, Sergio Busquets, es el contrapunto físico y táctico en la medular.
Estos son los once hombres que saltarán mañana en el Calderón para poner las cosas en su sitio y dejar claro que son capaces de superar estas adversidades y todas las que vengan, tal como anunció el propio Pep durante la rueda de prensa tras el partido ante el Getafe, donde su equipo acabó con dos lesionados, dos expulsados y un penalty en contra.
La fórmula que ha dado Pep Guardiola a sus hombres es clara: posesión de pelota, paciencia, máxima concentración y ayudas y presión cuando no tengan el balón.
No hay duda de que con Iniesta y Xavi en el campo, el apartado de control y posesión de balón está totalmente garantizado, mientras que las ayudas y la presión empiezan con Leo Messi. Que el mejor jugador del mundo sea siempre el primero en dar ejemplo a la hora de presionar la salida del balón del rival catapulta al resto a no bajar la guardia y a actuar en consecuencia.
Así pues, parece que hay motivos más que sobrados para viajar a Madrid con una cierta tranquilidad y con el crédito que ofrece un equipo que lleva 21 partidos consecutivos sin perder en Liga y que ha demostrado que lo importante no son los hombres sino el conjunto. El mejor síntoma de todo es la tranquilidad que transmite Guardiola.
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