Mientras en la capital se hablaba más del Barça, sus bajas y el posible y esperado resbalón en el Calderón nadie se preocupó demasiado del Xerez, colista de Primera y equipo con muchos números de regresar por la vía rápida a la división de plata. Cristiano Ronaldo se vestía de nuevo de corto y nada hacía presagiar problemas.
Pero el fútbol tiene eso, un equipo modesto puede plantar cara al más galáctico de los rivales. Pero la resistencia xerecista duró una hora. Con el gol de Arbeloa, el conjunto andaluz se hundió como un frágil castillo de naipes. Ronaldo bigoleó y ahora el Barça deberá responder y dejar claro quién es el líder.
Atasco madridista
El Madrid saltó al maltrecho césped de Chapín bajo de revoluciones, en modo funcionarial esperando que el partido cayera por su propio peso. El equipo andaluz, serio atrás, desactivó a un equipo que sin Guti pierde mucho fútbol. Con Lass, Xabi Alonso y Granero, más Kaká, no basta para nutrir de balones a los puntas, especialmente a un Ronaldo activo, peligroso y, hasta el tramo final del partido, con la pólvora mojada.
Entre el espesor general apareció el Xerez, con un tiro de Momo, para inquietar al Real Madrid y a un Iker Casillas que cumplía 500 partidos como merengue. Antes, Ramos había protagonizado un lance que a muchos recordó el famoso codazo de Cristiano a Mtiliga. Se salvó por centímetros el lateral de Camas, que vio la amarilla.
Ronaldo no la sabe meter
Al cuarto de hora apareció Cristiano Ronaldo con un cabezazo que detuvo Renan. El mismo futbolista portugués soñó con el gol plantándose con opciones ante la portería rival, pero de nuevo se mostró sin acierto para hacer subir el primero al marcador.
Momo puso una vez más el peligro para los de Gorosito, a lo que el Madrid planteó un nuevo arreón con tiros de Kaká y Granero. Se consumían los últimos minutos del primer acto, pero Ronaldo quería más. El luso, potente por arriba, conectó un testarazo que Renan siguió con la mirada hasta que se estrelló en la parte superior del larguero.
Un nuevo Madrid
El paso por los vestuarios revitalizó al Madrid. El conjunto merengue sabía que Jerez no era una plaza para dejarse puntos y puso la directa. El Xerez seguía atrás, pero ahora no salía con tanta asiduidad. Los hombres de Pellegrini se sabían mejores y sólo les faltaba un gol que refrendase tal extremo.
Y fue un lateral, concretamente Arbeloa, quien tuvo que aparecer para realizar la labor de otros. El ex del Liverpool rompió con fuerza y sin marca por la derecha para plantarse frente a Renan y definir demostrando gran tranquilidad (0-1, 64'). El tanto visitante 'mató' al Xerez, de bajón después de plantar cara durante una hora, y dio alas a un Madrid que con el marcador a favor jugó a placer.
Monólogo sin rival
Después de fallar una y otra vez, Ronaldo logró desquitarse. El partido era ya un monólogo blanco que tuvo al portugués como estrella invitada. Cristiano finalizó de cabeza un centro de Kaká para firmar el segundo (0-2, 68'). Y dos minutos después repitió Ronaldo, remachando una nueva asistencia de Kaká (0-3, 70').
El paseo madridista no fue a más porque Renan repelió un tiro con peligro y Drenthe no acertó en la segunda acción. Para el Madrid es el momento de cambiar su camiseta, en Xerez negra, por la rojiblanca del Atlético. Ganar si el Barça no pincha no sirve de nada y en Chamartín lo saben. El resultado del Calderón dará su justo valor al triunfo blanco: premio o nueva frustración. El Barça tiene la palabra.
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