Higuaín se agarró un enfado monumental cuando fue sustituido por Pellegrini en la segunda parte y dio entrada a Benzema. El argentino entró al banquillo maldiciendo la decisión del entrenador y, los que estaban cerca de él, pudieron oír las palabras de decepción y rabia con las que se sentaba en la zona habilitada para los suplentes.
El Pipita se sintió señalado en Gerland y no pudo reprimir su enfado hacia el técnico chileno. Su malestar no tenía nada contra Benzema. El argentino se retiró del campo mordiéndose la lengua e intentando no exteriorizar ni un solo gesto que delatara su impotencia ante la decisión de Pellegrini. Pero cuando Higuaín metió la cabeza en el banquillo echó pestes. Puede que Pellegrini escuchara sus palabras y no quiera darle más importancia o piense que es un simple gesto de rabia de un futbolista ambicioso que quería seguir jugando.
Pero lo cierto es que el entrenador blanco eligió un mal momento para quitar del campo a Higuaín. Lo sacó tras protagonizar la mejor ocasión de gol de su equipo. Después de recorrer 40 metros y plantarse en el uno contra uno ante Lloris, su disparo fue desviado con mucho acierto por el guardameta del Olympique de Lyon.
La reacción del argentino fue pegarle una patada a un cartel de publicidad estática y cuando giró la cabeza vio su dorsal en la tablilla de los cambios. Le comieron los demonios. Se sintió señalado e infravalorado. Pellegrini pudo buscar otro momento, pero no fue así.
Privilegios
A Higuaín, que está haciendo una temporada sobresaliente y que ha salvado los muebles en más de una ocasión, le pueden volver a surgir las dudas sobre los privilegios que tienen ciertos futbolistas de la plantilla.
No sólo lo puede estar pensando él, sino otros compañeros. ¿Por qué no se atrevió Pellegrini a cambiar a Kaká o incluso a Cristiano Ronaldo? Ninguno estaba haciendo nada extraordinario. Pero siguieron en el campo. ¿Tenía que jugar unos minutos Benzema sí o sí en el campo del Olympique de Lyon porque es su casa? Son dudas que pueden rondar por la cabeza de Higuaín. El entrenador ha roto la cuerda por el lado más flojo, ha tomado una decisión políticamemente correcta, como ha sido la de no molestar a los pesos pesados. Por ello se sintió señalado Higuiaín y de ahí vino su malestar.
Pellegrini ha intentado durante toda la temporada ser justo en sus decisiones y evitar los privilegios. Pero en el partido más importante, o uno de ellos, de esta temporada ha visto como uno de sus mejores jugadores no compartía su criterio. Higuaín también quiere ser importante o, por qué no, tener tratamiento de crack, que para eso ha hecho méritos durante toda la temporada.
Los que regresaron de Lyon con la expedición madridista comprobaron que el enfado por el cambio todavía le duraba a Higuaín y lo único que le pudieron decir es que a Pellegrini le faltó psicología.
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