El debate en la cúpula dirigente blanca está en su apogeo. Las dudas que sigue transmitiendo Pellegrini han obligado a reactivar el plan B, pese a que el chileno firmó por dos temporadas. El nombre de Rafa Benítez vuelve a estar sobre la mesa. El club ya contactó con su entorno en la primera de las crisis abiertas tras los batacazos ante el Milan y el Alcorcón. Ahora, después de la imagen ofrecida en Lyon se retoma aquella opción. Perder dolió, pero más las formas de hacerlo en un partido en el que el Real Madrid estaba obligado a presentar su candidatura al título. Lo que peor se lleva es esa imagen de impotencia ofrecida por el equipo de la que se ha hecho eco Europa entera.
Florentino ha cambiado su política respecto a su primera etapa. Ahora deja trabajar al cuerpo técnico y se mantiene alejado de los jugadores; huye de cometer el error de que él mismo reconoció cuando dijo que había mimado demasiado a ciertos futbolistas. Ahora manda Valdano, que avaló a Pellegrini y al que ha entregado todo el poder del primer equipo de puertas hacia adentro. Una decisión inteligente porque de esta manera es el entrenador el máximo responsable de lo que pasa en el vestuario y en el campo.
Rafa Benítez, que ha mantenido criterios diferentes con Valdano, exige ese poder para regresar al club en el que dio sus primeros pasos como entrenador. Eso, y las limitaciones económicas que tiene en el Liverpool, donde aterrizó en el 2004 y con contrato hasta el 2014, convencerían al técnico madrileño.
Además, la relación entre Pellegrini y Valdano es de cierto distanciamiento. El chileno no se muerde la lengua para contestar las opiniones del argentino cuando analiza las actuaciones del equipo. Ambos hablan el mismo idioma, pero con acentos diferentes. “Nos llevamos una mala impresión... En ningún momento hemos sido nosotros mismos”, dijo el director general del club después del partido de Lyon. A Pellegrini no le sentó bien después de reconocer que estaba “amargado” por lo acaecido sobre el irregular terreno del estadio de Gerland.
Si el aval del chileno ha tocado retirada, máxime cuando Pellegrini no es del gusto de Florentino, es porque detrás tiene una baza que creen de garantías como es la de Rafa Benítez. Un técnico que exige disciplina dentro y fuera del campo, y al chileno eso se le está escapando de las manos.
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