Los últimos resultados sólo han confirmado lo que el cuerpo técnico viene reclamando desde hace tiempo. A esta plantilla le hace falta algún que otro ajuste que, además, debería llegar lo antes posible. El mercado invernal abre una puerta y el Barça no está dispuesto a dejar escapar la opción de incorporar a Robinho. Desde hace semanas les venimos informando puntualmente del desarrollo de las negociaciones. Ya adelantamos en su día que Barça y Manchester City sentaron las bases del acuerdo hace tiempo y en estos últimos días se ha concretado de forma coordinada la hoja de ruta a seguir para que los grandes accionistas del club inglés concreten una operación que tiene el visto bueno de todas las partes implicadas.
El City dio el primer paso importante y hace quince días una delegación encabezada por el técnico Mark Hughes se desplazó hasta Abu Dhabi para negociar diversos temas, entre ellos el del futuro del delantero brasileño. Allí quedaron solventadas las reticencias del Sheik Al Mansour bin Zayed al Nahyan. No habrá problema para dejar marchar al futbolista si la oferta azulgrana es atractiva.
Ahora le toca el turno al Barça. Habrá cumbre, y esta será el próximo 11 de noviembre. Con motivo del sorteo del inminente mundialito de clubes, la entidad azulgrana enviará una nutrida representación: Txiki Begiristain, Raül Sanllehí y Albert Perrín se desplazarán hasta los Emiratos. Será el marco ideal para que la delegación culé discuta detalles concretos y puntuales sobre el traspaso de Robinho. Una reunión en toda regla que debe despejar las últimas trabas en este pequeño culebrón.
PROPUESTAS DE CONTRATO
Barça y Manchester quieren llegar a la cumbre con los deberes hechos y ya trabajan sobre tres fórmulas concretas que deben ser aprobadas por los magnates del City. Las primera contempla una simple cesión de seis meses, con o sin opción de compra a final de temporada. La segunda, que gana fuerza con el transcurrir de los días, incluye una cesión de un año y medio con o sin opción de compra el 30 de junio del 2011. La tercera, y última alternativa, se basa en un traspaso puro y duro. En este caso ambos clubes se moverían en cifras cercanas a los poco más de 30 millones de euros. Una cantidad que en buena medida serviría para compensar el traspaso que en su día el City abonó al Real Madrid (34 millones de euros). Todo se contempla y todo es válido siempre que sirva para que el principal accionista de la entidad inglesa acabe por firmar el traspaso.
Las opciones llegarán a Abu Dhabi con el consenso de ambos clubes. Sin embargo, la fórmula de la cesión de un año y medio se perfila como la más interesante. La clave estriba en el propio Robinho. El brasileño está encantado ante la idea de abandonar la Premier League y está seguro que su futuro idóneo pasa por la Liga española. Sólo le inquieta el periodo de adaptación y, en este sentido, 18 meses le ofrece mayores garantías.
Txiki, Sanllehí y Perrín tienen como gran objetivo encauzar el traspaso con el jeque Al Mansour. Se confía en el éxito de la misión, aunque siempre queda por jugar la carta Joan Laporta. Inicialmente, el diseño de la operación apunta a que el presidente del Barça podría ser el encargado de cerrar el traspaso durante el Mundial de Clubs a partir del 13 de diciembre.
EL BRASILEÑO TIENE PRISA
La complicidad de Robinho es fundamental durante todo el proceso negociador. Con el futbolista convencido y dispuesto a ayudar en lo que haga falta, sólo es cuestión de cuadrar el calendario y el montante económico. Además, Txiki y Pep saben que el brasileño tiene prisa. Quiere abandonar Manchester y recalar en el Camp Nou cuanto antes. El mercado se abre en enero pero el futbolista quiere entrenarse y asimilar los hábitos de trabajo de Guardiola de forma inminente. Su predisposición es total, y eso contribuye al optimismo.
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