El Corinthians, muy cabeza dura, vuelve a la carga para llevarse los servicios de Román y sus dirigentes creen que a fin de año lograrían convencerlo. El 10 de Boca ya está jugando un año “free”. ¿Irá por los reales? El director de marketing del club se hará cargo de las negociaciones y tiró: "No se me va a escapar".
Ya es de público conocimiento el interés del Corinthians por Juan Román Riquelme. Ahora que adquirieron a Ronaldo, creen que se pueden llevar todo lo que tenga la góndola del supermercado.
Lo cierto es que el Timao -que el año que viene celebra su centenario- quiere contar a toda costa con el ídolo Xeneize y para eso tienen la esperanza de que hacia fin de año las negociaciones lleguen a buen puerto.
Mario Gobbi, director deportivo del club paulista, declaró al respecto: "El desenlace de las negociaciones será en diciembre". Y agregó: “El noviazgo va bien con Riquelme. Es un sueño, y tenemos que tener en mente eso. Pero Andrés (Sánchez, presidente del Corinthians) es osado, arrojado. Ya trajo a Ronaldo y no dudo de él".
La cúpula directiva del Corinthians de Brasil le encomendó al director de marketing del club, Luis Paulo Rosenberg, hacerse cargo de las negociaciones por el 10 de Boca.
Rosemberg es un especialista en cerrar favorablemente negociaciones complicadas para Corinthians. El dirigente tratará con el grupo inversor encargado de entregar el dinero para la llegada de Riquelme a Brasil, con la dirigencia de Boca y con los representantes del jugador.
"Rosemberg va a encabezar la negociación por Riquelme y creemos que nuestro sueño se puede hacer realidad en diciembre próximo, aunque sea complicado queremos tenerlo en el año de nuestro centenario" dijo Gobbi.
En cuanto a Rosemberg, él asume que es elegido para una empresa muy difícil pero se tiene confianza: "Me llaman cuando la negociación es complicada desde el punto de vista financiero, creo que Riquelme no se me va a escapar".
El Timao ya tiene a Ronaldo, Defederico y pretende llevarse a Riquelme. ¿Podrá concretarlo? Por ahora, solo son buenas intenciones. Seguramente, la última palabra la tendrá el mismismo Román.
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