Cesc Fàbregas es un jugador que parece destinado a volver al FC Barcelona. Lleva el estilo del equipo blaugrana en la sangre como representante de la ilustre ‘generación del 87’, con Messi o Piqué, y su opción es una de las que está ganando cuerpo para reforzar el centro del campo. Guardiola quiere otro futbolista para la medular y, viendo como el Liverpool pone muchas trabas al fichaje de Javier Mascherano, los esfuerzos podrían ir centrados hacia el de Arenys.
Su perfil técnico y futbolista encaja a la perfección con el concepto de juego del equipo, aunque el club tampoco quiere realizar un desembolso astronómico por un jugador que se marchó voluntariamente de la casa. Esta es la filosofía a la que se apunta el secretario técnico, Txiki Begiristain. El fichaje de Cesc sólo podría ser una realidad por un precio razonable y con el jugador mostrando su férrea voluntad de vestir de blaugrana.
En caso de que el Barça se decante de forma definitiva por la alternativa de Cesc, la oferta no superaría en ningún caso los 30 millones de euros. Esta es una cantidad muy similar a la que el Manchester City pagó por otra de las estrellas del Arsenal, Emmanuel Adebayor, por lo que se entiende que es un precio justo por el jugador. El club londinense sólo abonó cuando Cesc era un cadete su canon de formación y cualquier operación, desde el punto de vista económico, sería un gran negocio.
La venta de Adebayor o Kolo Touré al City es una referencia a nivel de precio, pero al mismo tiempo un obstáculo para que Cesc abandone el Emirates Stadium. El catalán es el capitán del equipo, Arsene Wenger le ha convertido en el punto de referencia alrededor del cual gira el equipo y difícilmente le facilitará su marcha.
La postura del Arsenal se intuye como firme y es en este punto cuando el futbolista debe entrar en juego. El Barça cree que los ‘gunners’ sólo pueden dar su brazo a torcer si Cesc mueve ficha y comunica su interés manifiesto de fichar por el Barça. Este fue el planteamiento al que recurrió Gerard Piqué la temporada pasada para salir del Manchester United. El central expresó a Alex Ferguson su deseo de volver a casa ante la oportunidad que se le había planteado de regresar al club de su vida. El Manchester United entendió que no había otra salida que negociar el traspaso y Piqué acabó en el Camp Nou.
El jugador, de momento, ha manifestado siempre su deseo de triunfar en el Arsenal y mucho más después de que Wenger le cediera el brazalete. Sin embargo, Cesc lleva cuatro temporadas sin ganar ningún título y esto le inquieta. El jugador ve como sus compañeros de generación están triunfando y él estaría encantado de sumarse a este proyecto. Además, Guardiola es el ídolo de infancia del de Arenys y una llamada del técnico podría ser suficiente para que hiciera el gesto que el Barça desea.
Los propios compañeros del Arsenal empiezan a creer que será realmente difícil retener a Cesc Fàbregas en su vestuario durante mucho tiempo. Los traspasos de Touré y Adebayor han debilitado al equipo y la diferencia con los otros grandes de la Premier, como el Manchester United, Liverpool o Chelsea, cada vez parecen mayores. Por ejemplo, Manuel Almunia reconoció que “tenemos miedo que Cesc se aburra en el Arsenal, aunque tiene mucho que ofrecer”. Una declaración que resume el estado de ánimo que puede tener el centrocampista catalán ante las pocas expectativas de su equipo y sus enormes ansias de conquistar títulos.
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