El baile de entrenadores que acaba de comenzar pone de manifiesto la frágil situación del chileno Manuel Pellegrini, al que el varapalo encajado ante el Olympique de Lyon ha puesto ya fecha de caducidad: el próximo 30 de junio, salvo que un nuevo fracaso adelante la decisión. Florentino Pérez, presidente madridista, ya está trabajando desde hace varias semanas en el proyecto de la próxima temporada, aunque el KO en la Liga de Campeones provocará que intensifique el diseño de su nueva hoja de ruta.
La primera decisión que debe tomar es elegir al próximo entrenador y tras varias semanas escrutando el mercado, parece que su única salida viable en estos momentos es la de recurrir al portugués José Mourinho. El francés Arsène Wenger sigue empeñado en cumplir su contrato con el Arsenal, tal y como reiteró ayer, mientras que el español Rafa Benítez tampoco tiene intención de abandonar Liverpool. El problema radica en el alto coste que para el club blanco supondrá la contratación del entrenador portugués.
A Mourinho le quedan todavía otras dos temporadas más de contrato con el Inter de Milán, pero en el mismo figura una cláusula de rescisión que vincula a las dos partes y que asciende a seis millones de euros. Es el precio que Florentino Pérez tendrá que pagar a final de la presente temporada si decide apostar por el irrefrenable técnico portugués. A esa cantidad hay que sumar, como mínimo, los once millones de euros anuales que actualmente percibe Mourinho en el Inter, sin olvidar el finiquito que percibirá Pellegrini una vez el Madrid prescinda de sus servicios. El chileno cobra 5,5 millones al año y tiene firmado un segundo año de compromiso.
Sumando todas esas cantidades, el fichaje de Mourinho le costaría al Madrid unos 22,5 millones de euros, al margen de lo que el portugués cobrase a partir de una hipotética segunda campaña. Y Mourinho no se conformará con la actual plantilla, sino que obligará a Florentino Pérez a afrontar una nueva gran inversión en fichajes.
Precisamente, Wenger, al que Florentino Pérez ya intentó fichar el pasado verano, dejó ayer muy claro que no ha cambiado de opinión. “Dejadme en paz”, afirmó de forma tajante el francés cuando se le cuestionó por el interés madridista. Según el diario ‘Daily Mirror’, Wenger declaró que “me voy a quedar aquí hasta final de mi contrato (2011). No hay manera de que lo rompa”.
El técnico francés tiró con bala contra el proyecto galáctico de Florentino Pérez al recordar que una gran inversión no garantiza los éxitos deportivos. “Lo que ha pasado demuestra que 250 millones de euros no son necesarios para ganar la Champions. Esto en Europa no es una garantía de éxito”. Pese a todo, el técnico francés no quiso hacer sangre y apuntó que “es la primera temporada de Florentino Pérez y hay que darle tiempo”.
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