El pasado miércoles 18 de noviembre, el pueblo argelino celebró a lo grande la histórica clasificación de su selección a una Copa del Mundo, hazaña que no conseguían desde 1986 cuando disputaron el mundial de México, donde quedaron encuadrados en el grupo de Brasil, España e Irlanda del Norte, despidiéndose en la primera ronda tras solamente haber cosechado un punto, producto de un empate a un tanto ante Irlanda del Norte.
Han transcurrido 23 años desde la última ocasión en que Argelia pisó un estadio mundialista, situación que provocó que gran parte de sus aficionados salieran a las calles a festejar la histórica victoria y no sólo lo hicieron en las calles de Argel, sino que también lo hicieron en cada rincón del planeta donde haya población argelina.
El pasado fin de semana, fue precisamente un aficionado argelino el encargado de dar la noticia de la liga española, cuando sin ningún reparo comenzó a correr por el césped de San Mamés ante la mirada incrédula de los jugadores del Bilbao y Barcelona, quienes solamente se dedicaron a observar como el hombre envuelto en la bandera verdiblanca burlaba a los oficiales de seguridad, quienes no encontraban la forma de cómo sacarlo del terreno de juego.
Después de algunos segundos de persecución y cuando el joven se disponía a aventarse hacia la portería defendida por Victor Valdés, uno de los oficiales se lanzó en el aire realizando una atajada espectacular a escasos centímetros de la línea de gol, acción que robó las risas de los asistentes al estadio y de algunos comunicadores, quienes aseguraron que el policía había errado de profesión, al haber mostrado excelentes aptitudes como guardameta.
Tras el incidente, el partido continúo sin mayores contratiempos, sin embargo con esa acción suscitada al minuto 63 llegaron a su fin las emociones, ya que ninguno de los dos equipos fue capaz de volver a inquietar la valla enemiga y a los porteros rivales, por lo que debieron conformarse con el empate a un tanto:
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