Honduras viene obligada a ganar ante la azul y blanco, que quiere darle las gracias al público con un gane en el Cuscatlán.
Dicen en Honduras que el Cuscatlán lucirá al estilo catracho. Dicen también que la afición salvadoreña no apoyará a la selección azul y blanco porque esta ya no tiene nada qué jugarse en la hexagonal. Agregan que su bendita H conseguirá el pase al Mundial aquí, en nuestro patio, y rematan con que habrá en las tribunas más hondureños que locales.
Bonito cuento para una selección que, teniendo quizá el mejor plantel de esta hexagonal, ha fallado en momentos clave, igual que le pasó cuando quería ir a Alemania 2006 e igual como le sucedió cuando intentó acudir a Corea-Japón 2002.
Este equipo, como ya vimos, falla cuando la presión es demasiado grande.
La hexagonal castiga a las selecciones que en su casa no logran sacar un buen resultado. El Salvador ya pagó ese pecado, y ahora Honduras llega con todas sus estrellas al Cuscatlán para tratar de compensar su error de no ganarle a Estados Unidos el sábado pasado.
Capacidad tiene. Claro que la tiene con jugadores como Wilson Palacios, que presta sus servicios para el Tottenham de Inglaterra; como Julio César de León, del Torino italiano; Carlo Costly, del GKS Belchatow de Polonia; David Suazo, del Inter de Milán; Amado Guevara, Carlos Pavón (que nos tiene de clientes cada vez que se juega ante Honduras), entre muchos otros jugadores de calidad probada.
Pero también enfrentará a una selección salvadoreña que ha encontrado en el estadio Cuscatlán un gran respaldo. Primero, rescató un partido que perdía 2-0 ante Trinidad y Tobago (acabó 2-2), luego se dejó ir un 2-0 ante Estados Unidos, que también terminó 2-2 y después venció 2-1 a México y 1-0 a Costa Rica.
El Salvador ya está eliminado de la competencia y sin embargo el ambiente que rodea a la selección guarda el mismo discurso como si los tres puntos aún fueran importantes. Y lo son. Pero más que por sumar en la tabla, este equipo se ha comprometido con una afición que no le ha dado la espalda nunca en esta eliminatoria.
Ramón Sánchez, capitán de la selección nacional, comentó: “No seremos presa fácil para Honduras. Nosotros también queremos un buen resultado y frente a nuestra afición no queremos perder”.
Así es que la azul y blanco saldrá, de manera invariable, a ganar. De esta forma lo ha expresado el entrenador cuscatleco, el mexicano Carlos de los Cobos: “La importancia de este partido es mucha, de entrada porque es un partido de eliminatoria mundialista, además estamos frente a nuestra afición y hay que entregarle cuentas a esa gente que tanto nos ha dado”.
AMBOS CON BAJAS
Para el partido de hoy, Honduras no podrá contar con su pareja habitual de defensas centrales: Osman Chávez y Maynor Figueroa, quienes acumularon dos tarjetas amarillas y acarrean un partido de suspensión.
Honduras no parece muy preocupada con estas bajas, y el mismo Reynaldo Rueda, técnico colombiano que dirige a los catrachos, confirmó: “Ya está dicho, nos la jugamos en la defensa central con Eric (Norales) y Johnny (Palacios). Son jugadores que están en la selección por su capacidad”.
Norales tiene apenas 24 años, y Palacios aún no cumple los 23, por lo que Honduras arriesgará con estos jóvenes en uno de los partidos decisivos de la hexagonal.
Contrario a esto, Honduras recupera a Amado Guevara en su media de contención, algo que seguramente compensará la marca en el centro del campo.
Por su parte, también El Salvador tendrá bajas importantes en Julio Martínez y Mardoqueo Henríquez, quienes acumularon su segunda amonestación ante México. Pero también Carlos de los Cobos tiene sus opciones para sustituirlos: “Tenemos a Álex Escobar y a Alfredo Pacheco para jugar en el puesto de Mardorqueo y está Arturo Álvarez para ir en vez de Julio Martínez”.
Lo que queda claro es que ambos técnicos no moverán sus estilos de juego para el decisivo encuentro, además de que ambos tienen bien definidas sus piezas para mantener el parado de sus cuadros.
ORGULLO
Ya se ha hablado mucho de que el partido de El Salvador ante Honduras es portadora de una rivalidad que data desde 1969, cuando se desató el famoso mito de la guerra del fútbol.
Es cierto que la historia no jugará en el Cuscatlán, pero sí son datos que quedan en el ánimo de los jugadores y que podrían pesar a la hora de un partido. Por ejemplo, Carlos Pavón le ha marcado 10 goles a El Salvador. Los últimos dos se los marcó este mismo año, uno en la Copa UNCAF y el otro en el partido del 10 de junio, en San Pedro Sula, ya por la hexagonal.
Honduras tiene una paternidad sonora sobre El Salvador: 36 de sus 66 encuentros totales los ha ganado el cuadro catracho, mientras que El Salvador únicamente ha ganado 18.
Hay un factor en este punto, que el mismo Carlos de los Cobos ha identificado: “Tenemos que evitar ir al contacto, porque en eso estamos en desventaja. Honduras tiene jugadores de mucha corpulencia y en eso nos van a superar”.
Sabiendo estas diferencias, Carlos de los Cobos ya sabe cómo enfrentar este partido, uno que servirá para decir adiós a esta hexagonal en la que El Salvador no ha dejado una mala imagen... sólo falta corroborarlo y agradecerle al público. Qué más motivación que esa
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