G regorio Manzano está otra vez contento. Lo sabemos porque vuelve a escribir en el blog que tiene en la web oficial del club y que estuvo un tiempo sin actualizar por diferencias con el club. Se vio sin equipo y con un presidente y una estructura nueva. El verano hacía temer un terremoto en Mallorca y sin embargo lo que ha encontrado son siete sorprendentes puntos. El Mallorca llega al Pizjuán en zona de Liga de Campeones y aquí le espera el Sevilla, feliz después de tres victorias consecutivas. Jiménez no ha fallado en lo evidente y la lógica también le da ganador en el partido de esta noche. El sevillismo mira con cierta expectación un poquito más adelante, concretamente a la próxima semana, donde le espera una visita exigente a Ibrox Park..., y el Madrid. El termómetro, entonces, será perfecto. Jiménez está tocando bien las piezas. De momento, las rotaciones funcionan. Hoy le toca volver a Luis Fabiano, exento de la batalla en Pamplona. Descansado después de sus éxitos con Brasil, sus goles al Zaragoza y su demoledor inicio en la Champions, compartirá ataque, en principio con Negredo. Una amenaza para un Mallorca que está cogido con alfileres y sin embargo ya fue capaz de sorprender al Villarreal. Manzano, sin Arango, sin Jurado, sin Moyá, advierte: no deben levantarse falsas expectativas.
El Sevilla anuncia ataque indiscriminado por los costados con Konko, Adriano (laterales), Navas y Capel (extremos). Como un lobo, arriba, Luis Fabiano, que demostró el día del Zaragoza que pretende estar en la lucha por el Pichichi. Para el Mallorca el partido es un Everest. Manzano es psicólogo pero no hace milagros.
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