Cuando Italia y Estados Unidos se midan el lunes en el estreno de ambos en la Copa Confederaciones, el saldar cuentas pendientes estará de por medio.
Hace tres años en la Copa Mundial, el empate por 1-1 ante Estados Unidos fue lo que le impidió a los Azurri consagrarse campeones de manera inmaculada en Alemania.
"Este es el partido más importante", dijo el técnico italiano Marcello Lippi, quien renunció tras el mundial y volvió a tomar las riendas el año pasado. "Tenemos que ganarle a Estados Unidos para establecer un patrón hacia adelante. Si nos val mal, la cuesta se pondrá bien empinada".
El duelo en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria es por el Grupo B, en el que Brasil y Egipto jugarán a primera hora en Bloemfontein.
Italia saldría con un once titular que incluiría a nueve integrantes del conjunto que conquistó el pasado mundial, entre ellos el volante Daniele De Rossi, cuyo codazo al delantero estadounidense Brian McBride es el recuerdo imborrable del partido en Alemania. De Rossi fue sancionado con cuatro partidos y se perdió casi todo el resto del mundial.
Decir que fue un partido recio es ser bondadoso para darle una definición al hecho que Italia acabó con 10 hombres y Estados Unidos con nueve debido a expulsiones.
Italia afronta su compromiso con serios problemas defensivos debido a la baja por lesión de su marcador central y capitán Fabio Cannavaro, y su reemplazante Nicola Legrottaglie está en duda por el mismo motivo. Esto dejaría a Giorgio Chiellini con el inexperto Alessandro Gamberini en la zona central de la defensa, y nadie más disponible en la banca en esa posición.
Estados Unidos intentará cantar victoria por primera vez en 10 partidos ante la Azzurra.
"Es un gran aliciente cada vez que te toca enfrentar a una Italia o cualquier equipo de relieve como los que nos tocará", dijo el capitán estadounidense Carlos Bocanegra. "Estos son los mejores equipos del mundo y queremos calibrar fuerzas con ellos".
La situación de Italia podría definirse como inverosímil. Si bien es el vigente campeón del mundo, quedó atrás del monarca europeo España y Brasil en la repartición de la cuota de favoritismo.
"Han pasado tres años desde el mundial y muchas cosas han cambiado", reconoció el arquero Gianluigi Buffon, integrante de la selección que derrotó a Francia por la vía de los penales para adjudicarse en Alemania un cuarto título mundial. "Seguimos siendo los campeones del mundo, pero Brasil siempre es favorita por el derroche de jugadores talentosos con que cuenta y España pasa por una racha fuera de serie".
Lippi, quien sustituyó a Roberto Donadoni tras una decepcionante Eurocopa, tiene al equipo bien encarrilado en las eliminatorias mundialistas y se ha abocado a una renovación.
Entre las novedades para este torneo aparece Davide Santon, un defensor de 18 años. También sobresalen Guiseppe Rossi, el atacante del Villarreal que nació en Estados Unidos, y Andrea Dossena, zaguero del Liverpool.
De todas formas, el equipo es el más viejo del torneo, con un promedio de edad de 29,7 años, mientras que los estadounidenses son los más juveniles.
Esta es la primera vez que Italia disputa una Confederaciones, y Estados Unidos lo hace por cuarta vez. Su mejor resultado fue un tercer puesto.
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