El disparo que recibió el delantero Salvador Cabañas dejó una bala alojada en el lóbulo frontal izquierdo de su cerebro, y de acuerdo con especialistas, el que se quede ahí no generará mayores problemas, sin embargo los daños y secuelas que se podrían presentar dependerá de la trayectoria del proyectil.
Rogelio Luna especialista en Neurología, certificado por el Consejo Mexicano de Neurología, dijo a EL UNIVERSAL y Ve futbol que las secuelas dependen del grado del daño: "Cualquier traumatismo provoca una lesión y muerte instantánea en una primera zona, en la siguiente se inflama y si no se atiende adecuadamente pueden morir esas células y se extiende el daño".
El lóbulo frontal es una región del cerebro que se encarga de funciones asociadas a la capacidad intelectual y las habilidades motoras aprendidas, el delantero azulcrema podría, en un inicio, caminar con torpeza por algún tiempo, aunque la rehabilitación ayuda a sanar las zonas dañadas.
De acuerdo con Luna hasta un año mínimo de rehabilitación es lo indicado para saber cómo quedarán las habilidades psicomotoras del paciente.
Esta zona del cerebro también interviene en funciones como la socialización y el lenguaje.
"Si la lesión es hacia el lóbulo posterior se puede afectar la zona de la corteza que controla los movimientos del lado derecho del cuerpo. Llegando a parálisis de extremidades".
Si la lesión es hacia la parte frontal los problemas se dirigen a la memoria de corto plazo y habilidades intelectuales como operaciones matemáticas simples.
Las repercusiones pueden afectar la personalidad del individuo, como es perder el interés en aspectos que antes eran de relevancia, volverse distraído o impulsivo.
"Una persona cambia aspectos de su personalidad, por la reorganización de la corteza frontal después de la reparación de las lesiones", indicó el especialista.
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