El primer acto fue más intenso que brillante. El Real Madrid, quizá atenazado por la presión que suponía ganar para atrapar al Barça, se mostró incómodo. Aunque buena parte de culpa de ello también la tuvo la labor de desgaste que ordenó Camacho a los suyos. Osasuna no perdió la cara en ningún momento a los blancos e incluso tuvo alguna ocasión de inquietar a Casillas.
Con el ‘Balón de Plata’ Cristiano Ronaldo desaparecido en combate y suspendiendo hasta en ‘piscinazos’, Osasuna se lo creyó en algún momento, como cuando Puñal puso un balón de los suyos en el área de Casillas para que Roversio entrara con todo y cabeceara por encima del travesaño. El Madrid amenazaba pero no concluía, como un remate muy desviado de Ezequiel Garay a la salida de un córner.
Pero la ocasión más clara para Osasuna se produjo a dos minutos del final del primer acto. Iker Casillas, haciendo honor a su apodo de ‘santo’, sacó un remate de Nekounam y Aranda no pudo aprovechar el rechace, ya que su disparo flojo y forzado los sacó el de Móstoles con su pecho. Poco después, un flojo remate de Van der Vaart y un chut desviado de Xabi Alonso fue el escaso bagaje blanco antes de que Mateu Lahoz enviara a todos los protagonistas a los vestuarios.
RESISTENCIA ROJILLA
Tras el descanso,los blancos salieron con otra marcha. Marcelo dispuso de dos ocasiones en los primeros instantes, la primera rechazada por Ricardo y la segunda muy desviada. Incluso Cristiano Ronaldo dispuso de un lanzamiento de falta pero su punto de mira estaba en Zaragoza.
Pero los rojillos no estaban muertos ni mucho menos. Pronto empezaron los sustos para Casillas. Un remate de Miguel Flaño estuvo a punto de poner en evidencia al de Móstoles pero el balón se fue a córner. Ante tal panorama, Pellegrini apostó por la salida de Benzema y el francés se dejó ver en más de un ataque, pero sin acierto. Los de Camacho, a lo suyo en un partido de ida y vuelta, como se vio en el minuto 64. Después de que Sergio Ramos salvara un balón bajo palos, en la contra Higuaín se quedó solo ante Ricardo y el meta sacó milagrosamente a córner.
Los madridistas pusieron toda la carne en el asador, con la entrada de Raúl y del 'Pirata' Granero. Pero los de Camacho resistieron estoicamente e incluso buscaron acercarse a Casillas, pagando quizás en sus últimos minutos el desgaste. Sin embargo, los blancos no llegaban. Cristiano Ronaldo se desesperaba chutando casi desde Cuenca para intentar sorprender a un Ricardo estelar, pero sus andanadas se iban fuera.
Al final, el 0-0 no se alteró. El Real Madrid demostró que no es capaz de ser líder de esta Liga y Osasuna también demostró lo difícil que va a ser para los grandes derrotarle. Ya lo supo en su momento el Barça y en esta ocasión aprendió la lección de Camacho el equipo galáctico. La ilusión frenó una vez más a los millones. Y la Liga sigue igual. El Barça, por delante del Madrid
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