Roberto Carlos confirmó que jugará en el Corinthians junto al ‘gordo’ Ronaldo, con quien ya compartió equipo en el Real Madrid y en la selección brasileña. El lateral llegaría a San Pablo para fin de año y se sumará al ‘Timao’ para jugar la próxima Copa Libertadores.
El fantástico lateral izquierdo ya se animó a vaticinar:
“En relación con Ronaldo, voy a poder actuar en el mismo equipo que él. Los dos queremos entrar en la historia de Corinthians. Y voy a estar en ese grupo que va a disputar la (Copa) Libertadores (en 2010). Daré mi máximo esfuerzo con la camisa corinthiana“.
Roberto Carlos, de 36 años, rescindirá su contrato con el Fenerbahce turco y tiene acordado de manera verbal su incorporación al Corinthians donde firmará por dos años.
Su carrera
Roberto Carlos da Silva Rocha comenzó su carrera en el Unión San Juan donde con 14 años debutó en el primer equipo. Sus condiciones le valieron el traspaso a un grande paulista como es el Palmeiras que se lo llevó cuando el zurdo tenía 18 y ya era regular en las convocatorias para las selecciones juveniles de Brasil.
En 1995 empezó su aventura europea en el Inter de Milán, donde jugó por una sola temporada ya que quien se lo llevó fue nada menos que el todopoderoso Real Madrid.
En el equipo ‘merengue’ tuvo los mejores momentos de su carrera. Indiscutible en la selección brasileña y en club más grande del mundo Roberto Carlos destacó siempre por su técnica, velocidad, fuerza y golazos. En la etapa que compartió con Zidane, Roberto y el mago francés lograban pasajes de un fútbol fantástico en la banda izquierda del Madrid donde todavía lo extrañan. Jugó allí por 11 años.
Luego continuó su carrera en el Fenerbahce donde se encuentra al día de hoy.
Con la ‘Canarinha’ disputó tres mundiales siendo campeón en Corea-Japón 2002.
Reconocido mundialmente como uno de los mejores ‘3′ de la historia, a Roberto también lo conocemos como un gran profesional. Respetado y querido en el mundo del fútbol Roberto Carlos seguirá repartiendo sonrisas y fantasía en los campos de juego de donde parece no querer irse más.
Mejor para nosotros.
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