En el mes de junio pasado se cerraba una de las operaciones que peor le han salido a los New Jersey Nets. El traspaso se centraba en enviar a Carter y Ryan Anderson a Orlando a cambio de Rafer Alston, Courtney Lee y el veterano Tony Battie.
De primeras parecía un buen traspaso, pues los Nets liberan a final de año 11 millones de dólares de las fichas de Alston y Battie y así tienen más margen para fichar en la temporada 2010-2011. Pero la transición está saliendo muy cara.
Las bajas en los primeros partidos de temporada de Devin Harris, su mejor jugador, y de Yi Jianlian, del que se decía que podía ser su año, puso más problemas de los que ya había en los planes del entrenador Lawrence Frank. Si repasamos uno a uno a los jugadores de los de New Jersey encontramos a buenos nombres como Brook Lopez. El pívot, número 10 del draft del 2008, está realizando unos números de escándalo. 18'2 puntos y 8'9 rebotes por encuentro le acreditan. Otro jugador que ha explotado este año es Chris Douglas-Roberts, elegido en segunda ronda en el draft de 2008. El escolta anota 16'9 puntos y atrapa 5 rebotes por encuentro, mejorando hasta en doce puntos sus medias del año anterior.
Pero el crecimiento de los jóvenes contrasta con la falta de jugadores experimentados de buen nivel y pasan desapercibidos por el nefasto inicio de su equipo. La vuelta de Harris a las canchas, tras perderse el inicio de campaña después de una importante lesión parece no haber mejorado a los Nets que siguen sin un rumbo claro. Con los años, la pérdida de hombres como Kidd o Carter se ha cebado con el equipo que no ha levantado cabeza desde que perdiera a sus estrellas y que acaban de firmar el peor récord que un equipo quiere, el de número de derrotas consecutivas en un inicio de temporada.
Esta pasada madrugada era la noche ideal para poder ganar el primer partido del año. Con cambio de entrenador, Kiki Vandeweghe ha sustituido a Lawrence Frank, y jugando en casa, los Nets confiaban en poder romper el maleficio y sumar su primera victoria del año pese a enfrentarse a Dallas.
Tampoco pudo ser. Encajaron la friolera de 49 puntos en el segundo cuarto y de esa forma era imposible ganar a unos Mavericks que se sintieron muy cómodos. Era la decimoctava derrota del año, la que más daño hace a sus aficionados, la que les sitúa en los anales de la historia como el peor equipo de la NBA y la que demostraba que no han hecho un buen trabajo, o no han sabido sacar partido, con la plantilla de esta temporada, plagada de muchachos jóvenes que tienen ganas de comerse el mundo
Los aficionados del IZOD Center de New Jersey gritaban: "One and 17 tonight, coach!" pero no era posible ganar a Dallas el primer partido del año y los gritos de ánimo del inicio del partido se acabaron convirtiendo una vez más en sufrimiento y pena.
Ahora no queda otra que esperar y, por lógica, la victoria acabará llegando. La llegada al banquillo de Kiki Vandeweghe cambiará muchas cosas, pero la primera debe ser el hacerles creer a sus jugadores que son mejores de lo que realmente están demostrando. Levantar el ánimo de los Harris, Lopez, Alston, Douglas-Roberts y compañía se antoja clave para que los aficionados de los Nets puedan volver a sonreír.
En 2002 los Nets llegaron a la final ante los Lakers de O'Neal liderados por Jason Kidd, Kenyon Martin, Keith Van Horn y Kerry Kittles. Quizá cuando menos se lo esperen, y con unos buenos fichajes el próximo verano, vuelvan a una final liderados por sus nuevas perlas, Brook Lopez y Douglas-Roberts, que tienen un gran futuro en la NBA.
Las 18 derrotas de los Nets:
95-93 ante Minesotta
85-95 ante Orlando
123-104 ante Washington
79-68 ante Charlotte
94-122 ante Denver
97-94 ante Philadelphia
86-76 ante Boston
82-79 ante Philadephia
88-72 ante Orlando
81-80 ante Miami
83-91 ante Indiana
99-85 ante Milwaukee
91-98 ante New York
101-87 ante Denver
93-83 ante Portland
109-96 ante Sacramento
106-87 ante Los Angeles Lakers
101-117 ante Dallas
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