Wednesday, November 11, 2009
PELLEGRINI: LIMITE, EL CAMP NOU
Pellegrini ha dado pie a que el mundo del fútbol, y la sociedad en general, tiren de adjetivos, la mayoría descalificativos. La crisis del Madrid lleva su apellido y aunque sus dirigentes se disfrazan de victimismo los hechos son obras y el club no está dispuesto a seguir perdiendo prestigio. Si a Pellegrini se le puso fecha de caducidad ante el Milan tras el 4-0 en Alcorcón, ahora su continuidad volverá a estar en peligro en el partido del Camp Nou del próximo día 28. No están dispuestos a vivir otro ‘espectáculo’ más, sobre todo ante su gran rival de siempre. Guardiola y los suyos pueden ser la guillotina definitiva para la cabeza del chileno. Su trabajo vuelve a ser cuestionado, y aunque en el club se cierran filas en su defensa, saben que algo falla y ya nadie pone la mano en el fuego por su continuidad.
Florentino Pérez lo ratificó antes del encuentro de vuelta ante el Alcorcón, pero las dudas le han vuelto a asaltar, como al madridismo en general. Quizá al chileno le salve que el presidente quiera huir de ese cliché de devorador de entrenadores, pero la afición manda y si el Barcelona vuelve a dar un golpe de autoridad igual el señalado es Florentino. Alguna voz enaltecida ya se oye y antes de ser linchado verbalmente por los aficionados, Pellegrini será el que pague su mediocridad.
Pellegrini ha recibido todo el poder para que maneje la plantilla como considere oportuno. Se valora y se avala su enérgica gestión para extirpar ciertos cánceres instalados en el vestuario hace tiempo. Se acabaron las prebendas, los malos hábitos y se impone la disciplina. Pero se duda de su capacidad de hacer jugar al equipo; de si sus métodos tácticos son los idóneos para una superproducción como la que han puesto en sus manos. Intenta imponer con calzador su pizarra cuando quizá tiene piezas que igual no encajan; y se preguntan si debería ser más flexible y probar otras alternativas. También se duda de si su experiencia es válida para guiar al éxito a esta plantilla; a un equipo al que todos los rivales esperan con el cuchillo entre los dientes. A si ha asumido de verdad el rol de guiar una nave tan pesada como ésta.
El límite para Pellegrini será en el Camp Nou, donde el Barcelona podría darle la puntilla si los de Guardiola exhiben su acostumbrado fútbol y lo acompañan con un resultado similar al cosechado en su última visita al Bernabéu. Y será el límite porque el madridismo ya ha gritado una vez “Pellegrini dimisión” durante más de treinta segundos, en el encuentro ante el Alcorcón, a consecuencia del cambio de Marcelo por Lass.
El entrenador chileno salvó el primer match ball con aquel empate a uno en Milan. Pero la herida abierta por el 4-0 en el Santo Domingo ha vuelto a sangrar con el partido de vuelta y la eliminación en la Copa. Las dudas han regresado, porque el equipo no estuvo a la altura esperada en el plano táctico, que limitó ese espíritu de lucha que todos esperaban. Y por uno que lo intentó, como Lass, fue y lo quitó. Y es que sólo el once que dispuso le desmitifica: quiso remontar un 4-0 con tres medios centros en el campo y, al bueno, lo puso de lateral derecho.
El calendario, a partir de ahora, está más que claro. El parón de Liga da cierto aire a un técnico, que vivirá su primera prueba de fuego con la visita del Racing. Nadie cree que el Madrid tenga problemas, pero todo se dilucidará en la visita al Camp Nou. Florentino Pérez teme que el equipo salga escaldado y así tendrá la gran excusa para cesar a un técnico en el que nunca ha creído. Incluso, estaría dispuesto a abonar los 12 millones de euros que costaría su despido. El Madrid no repara en gastos.
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