Un gol de cabeza del capitán 'blue' John Terry a un cuarto de hora del final, alimenta la leyenda negativa que persigue al Manchester United en Stamford Bridge, que le aleja del liderato en la Liga de Inglaterra y consolida al Chelsea.
El cuadro de Carlo Ancelotti, que acumula ahora once victorias consecutivas como local, agranda su renta respecto al campeón, distanciado ahora en cinco puntos. El United, con más en juego en esta apuesta de la duodécima jornada de la Premier, desecha sus opciones. Especialmente en la segunda parte, cuando se ha hecho con el mando del duelo después de un tramo inicial de tanteo, invadido por la tensión entre los dos dominadores de la competición. Con fuerte presión en el centro del campo y escasas llegadas claras al área adversaria.
No gana desde el 2002 en Stamford Bridge el Manchester United, desplazado, incluso, del segundo puesto de la clasificación de la competición inglesa. Ha apretado sobremanera en el tramo final, cuando el juego ha sido invadido por las brusquedades, como la fuerte patada, a la altura del pecho que ha propinado Johnathan Evans al marfileño Didier Drogba que acabó con una tarjeta amarilla al jugador del ManU ¡por protestar!.
El Manchester United no quebrantó la solidez de los locales, a los que bastó muy poco para marcar y adquirir los tres puntos. Fue en el inicio del último cuarto de hora de partido cuando una falta lanzada desde la banda izquierda por Frank Lampard fue rematada de cabeza por John Terry. Con posición dudosa de Drogba. Ferguson recurrió a los milagros de Michael Owen y al oportunismo del joven francés Gabriel Obertan. Pero sólo Wayne Rooney, que se echó el equipo a la espalda, buscó algo distinto para marcar. El ataque visitante fue constante pero embarullado. Nada inalcanzable para la defensa de Petar Cech, que acabó imbatido y con el triunfo, los puntos y el liderato amarrado para el bloque de Carlo Ancelotti.
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