Con gran optimismo y muchas sonrisas llegó ayer a las 5.30 de la tarde la Selección de Honduras al aeropuerto de Comalapa, para buscar mañana ante El Salvador un triunfo que le permita clasificar a Sudáfrica 2010, pero, ¿por qué llegaron sonriendo?
La Bicolor salió a las 2.40 de la tarde del hotel de concentración y afuera los sorprendió un grupo de más de 40 aficionados con pancartas de apoyo. “Ánimo, no se aflijan, todavía hay esperanza porque Dios está con nosotros”, rezaba uno de los carteles.
En el camino del autobús rumbo al aeropuerto Ramón Villeda Morales los vehículos al escuchar las sirenas de las dos patrullas que los acompañaron sonaban su claxon. Lo transeúntes a orillas de la calle hacían señas de apoyo a los seleccionados.
El cuadro nacional llegó al aeropuerto a las 3.00 pm, sin saber que los esperaban más de 500 personas que rodearon el autobús y comenzaron a cantar: “Honduras al mundial, Honduras al mundial”, fue toda una fiesta.
El técnico Reinaldo Rueda fue el primero en abandonar la unidad y de inmediato la afición le formó un pasillo hasta el interior de la terminal, sonrió y dijo sentir pena por tantas muestras de cariño y se comprometió a sacar fuerzas de donde sea para conseguir el pase al mundial.
Luego del timonel le siguieron los jugadores y al ingresar a la sala de espera, en los altoparlantes comenzó a sonar la canción de la Bicolor a ritmo de punta, la piel se nos puso de gallina.
Gritos, vivas y cánticos hicieron temblar el edificio de la terminal, la pasión de todo un pueblo se desbordó en el lugar. La convocatoria de DIEZ dio frutos. Al lugar asistió gente de La Lima, San Pedro Sula y alrededores, la Mega Barra llegó con un bombo y armó la fiesta, nos sentimos como en las gradas del estadio.
Carlos Pavón bajó de último, tomó aire y se metió en el mar de gente. Palmearon su hombro y le dijeron: “Vamos Sombra, todavía podemos, seguís siendo un ídolo”.
Maynor Figueroa, Noel Valladares, Carlo Costly, David Suazo, Wilson Palacios y Amado Guevara fueron los más asediados y se llevaron el corazón de los sampedranos. “Si nos tocan el corazón, se darán cuenta que palpita a mil por hora”, dijo Emilio Izaguirre.
Los seleccionados llegaron sin problemas a San Salvador, solamente Rueda brindó declaraciones a los medios locales y dejó claro que la Bicolor llegó por los puntos
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