El difícil compromiso que la selección portuguesa afronta en Dinamarca ha sido agitado por las declaraciones de los jugadores locales. Mientras el defensa Simon Kjaer anunció su intención de "derrumbar" a Cristiano Ronaldo "a patadas", Jon Dahl Tomasson ironizó sobre la presencia del brasileño Liedson (nacionalizado portugués el mes pasado) al decir que "Portugal tuvo que ir a Brasil a comprar un verdadero delantero".
Las palabras de los dos internacionales daneses indignaron al seleccionador luso, Carlos Queiroz. "Portugal tiene que expresar respeto al fútbol danés, creo que estas declaraciones no dignifican el fútbol de Dinamarca", aseguró el seleccionador que afronta un 'match ball', ya que una derrota en Copenhague complicaría la presencia de Portugal en el Mundial de 2010.
"Es una vergüenza para el fútbol decir que se trabará un jugador a patadas. Es una cuestión para la FIFA y nosotros tenemos que centrarnos en el partido", insistió Queiroz, que prefirió no revelar la estrategia que utilizará y se limitó a decir que el "secreto para triunfar" es "cometer menos errores que el rival y ser eficaz en la finalización".
Portugal se encuentra en una situación muy difícil en el grupo 1, donde es tercera, a siete puntos de su rival del sábado. Los de Queiroz no sólo necesitan la victoria en Dinamarca, sino que además tienen que ganar los otros encuentros que le quedan ante Hungría y Malta para poder llegar a Sudáfrica.
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