VILLA PIDE CALMA AL BARCELONA

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En Asturias y en Can Barça todos respiran bastante más aliviados después de atender con expectación la comparecencia de Vicente Soriano ante los medios de comunicación. El máximo accionista del Valencia había manifestado a su entorno más cercano el deseo de bloquear todos los traspasos del equipo, alegando que había encontrado la solución económica a los males de la entidad. Tras el discurso de ayer en Mestalla, las puertas como mínimo están abiertas, Villa se encuentra algo más aliviado y Txiki Begiristain entiende que al menos habrá opción a negociar la salida del internacional asturiano.

Los contactos entre ambas partes se han mantenido con absoluta discreción. Preocupa el hecho de que todo el proceso pueda demorarse un poco más de lo previsto, pero se tiene la constancia de que el ‘Guaje’ ya no es formalmente ‘intransferible’ y su asesor tiene vía libre para retomar el guión pactado hace unos días. Los interlocutores cambian pero José Luis Tamargo sigue teniendo un reto fundamental a resolver en las próximas 24 horas. Y es que tanto Villa como el Barça quieren tener la certeza de poder sentarse cara a cara con Soriano y comprobar hasta qué punto está dispuesto a mantener la palabra concedida hace un año en la que abriría las puertas al goleador en el caso de llegar una oferta económica que pudiera satisfacer a todo el mundo.

El escenario vuelve a estar perfectamente definido. Tamargo debe contactar con Soriano y establecer los principios de la negociación para abordar el traspaso de Villa. El representante anoche no descartaba incluso viajar de forma inmediata a Valencia para concretar con mayor rapidez este encuentro. A continuación, será el turno de los ‘pesos pesados’ del Barça y su oferta económica que superará ligeramente los 40 millones de euros. En todo este entramado, el delantero inicialmente permanecerá en un discreto segundo plano dispuesto a entrar en juego en el caso de que se complique la operación. Para el internacional nada ha cambiado con el relevo de rectores al frente del Consejo del Valencia. David tenía decidido marcharse al Barça con Manuel Llorente a la cabeza y no ha variado de postura pese al relevo accionarial. Desea vestir de azulgrana y así lo ha hecho saber permanentemente a todos aquellos que le han querido escuchar. Por cierto, algunos medios de comunicación asturianos aseguraban que el jugador ya habría transmitido su voluntad al propio Soriano.

Si Soriano cumple con lo expuesto y, pese a no tener necesidad de traspasar a sus principales activos, escucha a todas las partes, el Barça está convencido que el traspaso se hará efectivo a corto plazo. El jugador y su entorno han reclamado más tiempo y han pedido a Txiki que conceda algo más de plazo para gestionar la salida de Mestalla. Recordemos que en su día el director deportivo azulgrana se marcó esta semana como fecha tope para apostar por un cambio de tercio y encaminar todos los recursos hacia el uruguayo Diego Forlán. Tamargo está convencido de salirse con la suya y Villa se mantiene firme en su idea de presionar hasta donde haga falta para hacer cumplir la promesa de Soriano.

El delantero no tiene la más mínima intención de volver a vestirse con la camiseta del conjunto ché. De entrada, por el hecho de haber participado en la Copa Confederaciones, tiene una semana de permiso adicional. Posteriormente, ya a finales del mes de julio está previsto que su esposa dé a la luz a su segunda niña y es evidente que el jugador pedirá un permiso adicional para estar junto a su familia. Un margen de tiempo extra que debe servir para pulir los últimos detalles en el caso de que todo transcurra con excesiva lentitud. El Barça está convencido que existen los recursos jurídicos suficientes para concretar un traspaso de este tipo en pleno proceso de renovación del Consejo de Administración del Valencia. Si todas las partes están de acuerdo, no debe ser un impedimento para que Villa se convierta en el fichaje estrella del conjunto de Pep Guardiola.