Fernando Torres salió ayer sábado a la una de la tarde de Liverpool en una furgoneta y ha llegado hoy a las 20.30 horas a Barcelona. Llevaba tres días esperando para viajar a pasar consulta con Ramón Cugat y, ante la imposibilidad de viajar en avión por la nube volcánica que ha cerrado los aeropuertos europeos, dedició viajar en una furgoneta con dos conductores, acompañado de un fisioterapeuta del Liverpool. El delantero madrileño se pegó una ducha después de 30 horas de viaje en carretera y está siendo intervenido por el doctor Ramón Cugat en estos momentos.
Todavía se desconoce el tiempo de baja, al contrario de lo que se informa en la web del Liverpool, ya que hasta que no se finalice la artroscopia en su rodilla derecha no se sabrá el alcance de la dolencia que le sobrevino tras un golpe en el partido ante el Benfica de Europa League, que pudo jugar completo y marcó dos goles. Fue dos días después cuando ese golpe le provocó molestías y líquido en la rodilla. Pasó consulta con Cugat y se decidió que guardara reposo cuatro días. La rodilla ya no tiene líquido y está siendo intervenido para revisar ese menisco operado hace un par de meses.
Su presencia en el Mundial no corre peligro porque Fernando Hierro, director deportivo de la Real Federación Española de Fútbol, le ha garantizado su presencia.
AS ya informó esta semana de la posibilidad de que Torres tuviera que ser intervenido y esta operación provocará que el delantero llegue muy justo de forma al Mundial de Sudáfrica, que comienza el próximo 11 de junio, aunque no debuta hasta el día 16 contra Suiza.
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