Tras el 0-0 del sábado en Cornellà-El Prat en el derbi entre Espanyol y Barça, la visita del Valencia al Santiago Bernabéu era la ocasión del Real Madrid para apretar la Liga y colocarse un punto por detrás del equipo de Pep Guardiola.
Se notó que los de Pellegrini sabían de la importancia del partido y empequeñecieron al equipo ché dormido en media hora donde acumularon hasta cinco ocasiones claras para abrir el marcador. Fue quizás el mejor inicio de partido para los merengues, con líneas juntas y mordaz en ataque ante un decepcionante Valencia. Los de Unai Emery no existieron hasta el gol de Higuaín después de la enésima pérdida en la creación visitante. El deseado Silva certificó un partido para olvidar al igual que Mata o Pablo, cambiados nada más volver de los vestuarios.
Higuaín se desquita...y Mata falla el 1-1
Guti, con un tiro cruzado; Van der Vaart, en un chut que sacó bajo palos un defensa valencianista e Higuaín, en un mano a mano que envió a las nubes anticipaban un choque plácido para los de Pellegrini pero al filo del descanso a los locales se les fundieron las pilas. El Valencia despertó del letargo y pudo igualar en un balón que le sacó Marcelo a Mata. El ex jugador blanco tuvo otra, la más clara, pero su chut lo sacaron entre el palo y Casillas.
El fantasma del Olympique
El corto 1-0 y la sombra del Olympique de Lyon aparecieron en un arranque de la segunda parte horrible de los blancos. Cristiano iniciaba su pelea consigo mismo (volvió a ver una amarilla por una entrada a destiempo) y Emery buscaba soluciones con las entrada de Joaquín y Vicente. Casi lo logra en un remate de Villa y en tiro a la cruceta Silva en lo que merecía ser el empate.
Pero le faltaba una velocidad a los visitantes y en el tramo final el Madrid sentenció. El equipo blanco, como quien nada a la desesperada para, quizás, morir en la orilla, o como quien quiere reconvertir a los ateos que vieron hace sólo siete días una exhibición ante el equipo de Pep Guardiola se mantiene en pie. Marcelo, seguro, se atrevió con una cabalgada que remachaba Cristiano Ronaldo. Era el 2-0 y el lazo de un partido donde a la pegada local se le sumó un Valencia demasiado inocente y plano.
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