En pleno debate sobre su estado físico, el otro galáctico de Florentino Pérez, presidente madridista, aprovechó ayer la visita del Espanyol al Bernabéu para reivindicarse y, paralelamente, para poner punto y final a la mala racha que le estaba persiguiendo de cara a portería. Tres meses –día más, día menos– llevaba concretamente el brasileño Kaká sin marcar, por lo que la celebración del 2-0 ante los españolista supuso un gran alivio.
El brasileño vivió durante la semana el debate que se abrió por el supuesto carácter crónico de su lesión de pubis, que le obligaría a realizar tratamiento cada día de aquí al final de su carrera deportiva para evitar futuras recaídas. El propio Adriano Galliani, vicepresidente del Milan, salía al paso de esta información y aseguraba que dicha información era falsa: “Es absurdo. El año pasado disputó 31 partidos de Liga y jugó de forma ininterrumpida los últimos tres meses de la temporada. Kaká no tiene ninguna pubalgia crónica”.
Demasiada atención hacia su estado físico, algo que se explica en gran parte porque su rendimiento hasta el momento ha estado muy por debajo de las enormes expectativas que crearon los 65 millones que el Madrid pagó por él el pasado verano al Milan.
Kaká debió celebrar su gol, aprovechando un rechace de Kameni a cabezazo de Raúl, como una pequeña liberación. Llevaba tres meses sin poder celebrarlo. Su último tanto databa de la décima jornada del campeonato, coincidiendo con el derby madrileño que se disputó el 7 de noviembre en el Vicente Calderón. Aquel día, el brasileño abrió el camino de la victoria de su equipo (2-3). Eso sí, entre medias debió permanecer casi un mes y medio de baja recuperándose de sus habituales molestias en el pubis.
En total, el otro buque insignia del segundo proyecto galáctico de Florentino Pérez suma cuatro tantos en la Liga y uno más en la Liga de Campeones. Anteriormente marcó frente al Villarreal y el Tenerife, en la cuarta y quinta jornada, y en Europa contra el Marsella el pasado 30 de septiembre.
DESTELLOS
Ausente en los dos últimos partidos del Madrid el portugués Cristiano Ronaldo por su expulsión frente al Málaga, todas las miradas estaban puestas en Kaká. Pero el centrocampista brasileño sigue sin deslumbrar ni de coger la batuta del transatlántico madridista.
Por mucho que lo intente y pese a ofrecer destellos de su clase, está aún muy lejos de aquel jugador que deslumbró al mundo vestido de rossonero. En el SantiagoBernabéu le siguen esperando. Ayer no brilló especialmente, pese al gol y a enviar un remate al poste en la segunda parte.
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