Zlatan Ibrahimovic ha pasado ya por muchos vestuarios y ha conocido muchos futbolistas en su dilatada carrera. No hay que olvidar que el sueco, pese a sus 28 años, ha pertenecido a clubes como el Ajax, la Juventus y el Inter, entre otros. De hecho, cuando aterrizó en la Ciudad Condal, algunos quisieron destacar su lado más díscolo y polémico, aquel que aseguraba que había mantenido conflictos tanto dentro como fuera de los terrenos de juego con compañeros y hasta con periodistas.
Pero afortunadamante en el Barcelona no sólo ha encontrado una nueva filosofía de juego, un nuevo estilo táctico y una forma diferente de ver el fútbol sino también se ha encontrado con un vestuario que lo ha acogido con los brazos abiertos y que le ha tratado desde el primer día como uno más. El propio Zlatan reconoció a su entorno más cercano que estaba un tanto sorprendido por el buen rollo que se transpiraba en todo momento dentro del grupo y que se sentía un auténtico privilegiado por formar parte de este grupo humano. “Nunca había estado en una plantilla con tantas buenas personas”, desveló Ibrahimovic a un amigo suyo, reconociendo explícitamente que su adaptación en el club blaugrana está siendo como un camino de rosas.
Para el delantero sueco todo son parabienes desde que llegó al Barcelona y el jugador está dispuesto a devolver toda esta generosidad con fútbol y espectáculo.
Su entrenador, Pep Guardiola, también le está ayudando a que su adaptación sea un proceso tan rápido como natural. Los números y su rendimiento, pese a llevar ahora unos partidos sin marcar, reflejan claramente que su adaptación es ya una realidad.
No hay duda de que el atacante se siente ya como en casa. Y, como muestra, vale un simple botón: durante la cena de la plantilla que se convocó la pasada semana se pidió a los nuevos que dijeran unas palabras y que de paso brindaran. Pues bien, el primero en abrir el camino y foguearse, sin ningún tipo de timidez, fue Zlatan, quien dirigió unas palabras muy sinceras y agradecidas a sus compañeros, que fueron aplaudidas con auténtico fervor.
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