Saturday, January 30, 2010

EL MADRID NO DEJA ESCAPAR LOS PUNTOS


Conscientes del triunfo del Barça en El Molinón, los jugadores del Real Madrid salieron dispuestos a resolver cuanto antes y acabar con una maldición de lustros en Riazor. Quizá recurrieron a la Bruja Lola o a Aramís Fuster, pero en los primeros minutos quedó claro que el hechizo se esfumó. Para empezar, un disparo de Benzema que obligó a lucirse a Dani Aranzubia. Y después, a los 12 minutos, un cabezazo de Raúl Albiol al área, una falta de entendimiento entre Laure y Manuel Pablo con un rechace hacia atrás que, también de cabeza, el ‘Pirata’ Granero convirtió en gol. El primero.

Hasta ese momento, el Deportivo no se había enterado de que jugaba el sábado a partir de las 22.00 horas, para desesperación de Lotina. De hecho, el otras veces difícil Depor se tornó en un juguete para los blancos, que no echaron de menos al agresivo Cristiano Ronaldo. Pero el portugués podía respirar tranquilo porque si Raúl tenía que justificarse como competencia para él, tenía menos futuro que un pavo en Nochebuena. Hasta dos oportunidades claras tuvo el que fuera hace unos cuantos años ‘7 de España’ en apenas tres minutos, pero la primera fue abortada por el meta del Deportivo y la segunda, un centro de Benzema, no encontró la bota del veterano futbolista para acabar en la red.

En el conjunto coruñés, el único que parecía tener ganas de algo era Juan Rodríguez, pero sin acierto. Quizá la ocasión más clara fue un lío en el área blanca que ningún jugador del Depor pudo resolver. Fue justo antes de que el Real Madrid matara la primera parte por obra y gracia de Guti, quien –él sí- se reivindicó con un taconazo a Benzema para que el galo fusilara la portería deportivista. 0-2 y a los vestuarios.

MÁS DE LO MISMO

Tras el descanso, la historia se repitió. El dominador absoluto era un Real Madrid en el que Kaká tenía ganas de ser protagonista. Tanto, que en el primer minuto se emborrachó de balón en una entrada por la derecha y, en vez de buscar a un compañero, apostó por un disparo que blocó Aranzubia.

Poco después, el mismo jugador brasileño comprobó la calidad de los postes de la portería de Riazor con un disparo ajustado tras un pase de Marcelo. El 0-3 se resistía y, en cambio, Juan Rodríguez buscaba meter al Depor en el partido. Primero, con un disparo lejano que se marchó alto. Después, con otro obús que tocó en un defensa pero que no pudo despistar a un seguro Casillas. Y en medio de esas ocasiones, el primer cambio del Deportivo. Un Valerón de capa caída dejó su puesto a Iván Pérez en busca de una profundidad inexistente hasta ese momento para los de Lotina.

El 0-2 daba cierta confianza a los madridistas, hasta el punto de que el Depor se acercaba con peligro. Al menos eso es lo que se apuntaba en una penetración del recién ingresado Iván Pérez en el minuto 63, con un centro letal hacia Juca para que éste, en vez de buscar puerta, apuntó a otro jugador blanco que pasaba por allí. Después, de regalo, el propio Juca se llevó una merecida tarjeta amarilla por una entrada a Guti.

Miguel Angel Lotina seguía a lo suyo. Más hierro al campo con la entrada de Riki, sólo un minuto antes de que Benzema se escapara y cayera en el área, presuntamente derribado por Laure. Pero Ayza Gámez había pitado fuera de juego previo y no hubo más tiempo para la polémica. Ni tampoco lo había para la reacción. Si Adrián y compañía se acercaban, aparecía Raúl Albiol para deshacer todo el peligro. Buen partido del ex valencianista y malo malote el de Raúl, ‘premiado’ por Pellegrini con su sustitución para dar entrada a Drenthe.

HASTA 'REGALOS' DE BENZEMA... DESAPROVECHADOS

El Depor no entraba en el partido ni con calzador. Ni siquiera cuando Benzema le regaló un balón a Adrián López. Este provoco el ¡huy! En la grada con su ajustado disparo, pero el marco de Casillas seguía sin ser mancillado. La misma historia de todo el partido hasta ese momento, por más que Lotina se tirara de sus imaginarios pelos y diera su oportunidad a Bodipo, en lugar de Juca.

La única forma de que pudiera cambiar algo era una acción aislada. Y ahí estaba Ayza para dar emoción, pitando un discutible penalty de Sergio Ramos a Riki. Este mismo jugador no desaprovechó la ocasión para –ahora sí- meter al Depor en el choque. Pero fue un espejismo. O mejor dicho, la realidad de uno de los peores partidos de los coruñeses. Porque ya en tiempo añadido, Karim Benzema recibió un pase de Arbeloa y, totalmente solo, sentenció el choque con su segunda diana particular.

Fue el final de un partido en el que el Real Madrid aguantó la presión del triunfo anterior del Barça. Se esperaba más, mucho más, del peor Deportivo de la temporada. Y es que no se puede vivir de la historia, de hechizos y de otras zarandajas. Ganó el equipo que creyó que podía ganar. El otro, a purgar sus penas.

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