La Liga regresó este sábado al Camp Nou. Tras las fiestas navideñas, el Barça estrenó el 2010 con un plato fuerte: el Villarreal, un hueso siempre duro de roer para los azulgranas.
Es por ello que Guardiola no quiso correr riesgos y apostó por un once de gala, en el que el canterano Jonathan dos Santos fue la principal novedad. Con Iniesta acabado de recuperarse, el técnico azulgrana volvió a mostrar su confianza en el filial y hizo debutar al mexicano que formó la media junto a Xavi y Busquets.
Eso sí, antes de que el balón corriese de nuevo por el Estadi, la plantilla despidió el 2009 ofreciendo los seis títulos conseguidos a su afición y con el pasillo con el que los de Valverde quisieron homenajear a los campeones del Mundo.
PEDRO ESTRENA EL 2010
Tras el pitido inicial, sin embargo, los de Guardiola hicieron caso al mensaje de su técnico y olvidaron el pasado para centrarse tan sólo en el juego. Completamente enchufado arriba, el Barça tan sólo necesitó siete minutos para estrenar el marcador. ¿El protagonista? Una vez más Pedro. El canario aprovechó un balón rechazado en el área, tras estrellar Henry una preciosa bolea en el travesaño. El francés, muy activo en ataque, completó uno de sus mejores partidos de la vigente temporada, convirtiéndose en uno de los hombres más peligrosos del conjunto azulgrana en la primera mitad. De sus botas salió el pase con el Ibrahimovic pudo hacer subir el segundo gol del Barça al marcador (min 20’) y el disparo que hizo lucirse a Diego López poco antes del final de la primera parte (44’).
Pese a dominar el marcador desde el inicio, el Barça no acabó de dominar el partido en la primera mitad. Con bastantes problemas para sacar la pelota controlada desde atrás, los de Guardiola se mostraron incómodos con el planteamiento de los amarillos, que pese a recibir un gol tan tempranero no renunciaron en ningún momento al ataque. Fuster, por ejemplo, pudo devolver la igualdad, en el 27’, si no fuera porque no acertó a rematar un buen centro de Cani.
FUSTER ROMPE EL CÁNTARO
El guión del partido no cambió durante la segunda mitad. Fuster volvió a avisar a los de Guardiola a los cuatro minutos de la renaduación con un disparo cruzado a la escuadra que se fue fuera por poco. Un minuto después, el delantero del Villarreal no falló y puso el uno a uno en el marcador al rematar a la red de Valdés un buen centro de Cani al segundo palo.
La lluvia hacía acto de presencia en el Camp Nou. El panorama no mejoraba, y pese a recuperar algo el control del balón tras el gol, los azulgrana seguían mostrándose muy incómodos ante el planteamiento del Villarreal. Guardiola movió el banquillo y dio entrada a Iniesta por Jonathan. El canterano no había hecho un mal papel, pero todavía le faltan minutos para acabar de acoplarse al juego de sus compañeros.
Los minutos pasaban y el Barça, pese a intentarlo, no acabó de encontrar su juego. Una bonita rosca de Iniesta en el 64’, que acabó blocando Diego López, y un disparo de Zlatan que salió rozando el poste derecho fueron las mejores oportunidades de los de Guardiola en esta segunda mitad.
Al final, 1 a 1 en el marcador y gracias a San Puyol, que en el 86, muy atento, salvó un remate de Rossi cuando éste ya había superado completamente a Valdés.
Por primera vez en la temporada, dos puntos se perdían en el Camp Nou. Como ya ocurrió la temporada pasada con el alirón, el Villarreal volvió a aguar la fiesta del Barça en el Camp Nou. Un contratiempo que los de Guardiola deben tomar como recuerdo de que las 'Seis Copas' ya son historia.
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