De repudiado a hijo pródigo. Ronaldo va camino de convertirse en la guinda del proyecto Dunga. Su rutilante temporada en el Corinthians, y el compromiso demostrado con su profesión y consigo mismo, le han abierto las puertas de la canarinha tras tres años de destierro.
Ronaldo sabe que estar en Sudáfrica depende de él mismo. Para ello, precisa cuidar la línea, seguir goleando y, sobre todo, que la cruz de las lesiones le respeten.
Dunga le guarda una plaza en el ataque, al lado de Luis Fabiano, Robinho y Nilmar. El seleccionador considera que el Fenómeno puede jugar el papel de suplente de lujo y salir a desatascar los partidos en el segundo tiempo. El técnico ha elogiado mucho el liderazgo que ejerce en el Corinthians, la ascendencia que tiene con los más jóvenes y la capacidad de intimidación entre los rivales. Su rol sería parecido al que jugó Rivelino en 1978 y el propio Dunga se encargaría de mantenerlo a raya.
Incluso Ricardo Teixeira, mandamás de la CBF, ha dado el visto bueno al regreso de Ronaldo: “Si vuelve a jugar al nivel que lo hizo en 2002, es evidente que va regresar a la selección. Me he cansado de repetir que no tengo nada en contra de él y que no existe ningún veto, si vuelve en su mejor versión nadie entendería que se quedase fuera del Mundial”.
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