La etapa de Ronaldinho Gaúcho en la ‘seleçao’ puede darse como finalizada. El actual jugador del Milan no volverá a enfundarse la ‘10’, ni cualquier otro dorsal, de la ‘canarinha’. La decisión ya ha sido tomada por la cúpula de al CBF. Su principal y único valedor en la Confederaçao, el presidente Ricardo Teixeira, ha perdido definitivamente la confianza en él.
El mandamás del fútbol brasileño se mojó por él hace un año cuando obligó a Dunga a llevárselo a los Juegos Olímpicos de Pekín, con la intención de reflotar su carrera, tras su salida por la puerta de atrás del Barça. Doce meses después, Ronaldinho sigue a la deriva, y, lo peor, sin viso alguno de recuperación.
Dunga le dejó fuera de las últimas convocatorias, incluyendo la Copa Confederaciones, para preservarlo y para que pudiera preparar una temporada decisiva para él, en que no hay margen de error: tiene la ardua misión de hacer olvidar a Kaká capitaneando el nuevo proyecto del Milan, y tenía que ganarse una plaza en al ‘seleçao’, a las puertas del Mundial.
La CBF, y sobre todo Dunga, estaban encantados con la presencia de Leonardo en el banquillo ‘rossonero’, ya que consideraban que era la personal ideal, por su inteligencia, empatía y mentalidad ganadora, para ‘reeducar’ al ex barcelonista. Pero las pobres actuaciones de ‘Ronnie’ en la pretemporada, junto a sus salidas nocturnas han evidenciado que el ‘Gaucho’ sigue fiel a un guión de vida incompatible para un deportista profesional.
Dunga y Leonardo tienen línea directa, ya que ambos fueron jugadores de carácter y compromiso, colegas en la ‘seleçao’, donde incluso ganaron un Mundial, el de Estados Unidos. Las noticias que llegan desde Milán son desalentadoras. Leonardo va a continuar picando hierro frío, porque su cargo depende, en buena forma, del rendimiento del ex número 1 del mundo. En cambio, Dunga, tras conquistar la Copa América y la Confederaciones y el buen papel en las eliminatorias suramericanas, puede prescindir tranquilamente de él. Por si había alguna duda, la decisión, deportivamente legitimada, cuenta con el beneplácito de las altas esferas de la CBF. Los brasileños no quieren repetir a los errores de Alemania 2006, cuando un grupo desbocado de astros (Ronaldinho, Ronaldo, Adriano, Roberto Carlos…) campó a su aire. A Dunga le va la disciplina y no correrá el riesgo de colocar una manzana, ya pasada, que pudra todo el cesto.
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