Rayados rompió la racha de seis años de no ganar en el Universitario al derrotar esta noche a los Tigres al son de 2-1. Los goles fueron anotados por Severo Meza y Aldo de Nigris, “Gata” Fernández lo hizo por Tigres.
El primer tiempo fue dominio alterno, pero en el segundo tiempo la superioridad de los “Medias Rojas” fue apabullante, borraron del terreno de juego Tigres… un verdadero baile.
Incluso Raúl Sarmiento (que me cae regordo) en la trasmisión mencionó “¿Recuerda alguien un Clásico tan disparejo?… en verdad que Rayados ha sido muy superior”.
Ya analizando el partido un poco más en frío (un poquito nada más), el partido tuvo un inicio muy complicado para Monterrey, en parte provocado por sus propios jugadores, que cometieron muchas faltas y el árbitro Peñaloza (de muy buena actuación) no se tentó el corazón para sacarles las amarillas. En un lapso de de 16 minutos recibieron 5 tarjetas amarillas (Galindo, Meza, “Lucho”, Dulio y Ordaz), por si fuera poco en ese mismo lapso cayó el gol de “Gata” Fernández… se presagiaba tormenta.
El gol estuvo precedido de un error de Baloy que controló mal un balón y este fue a dar a Castillo que le hizo un buen recorte al panameño y luego cedió el esférico a Lobos, quien sin pensarlo le dio un buen pase a Gastón dentro del área, los centrales rayados estaban muy atrás y cuando fueron a tapar al delantero felino, éste los recortó y sacó un potente disparo de izquierda que se incrustó en el ángulo, muy buen gol.
Pero lejos de caerse, Monterrey empezó a tener el control de balón y con ello el control del juego, aunque sin generar llegadas de peligro.
El empate vino en una jugada en que De Nigris decidió seguir una jugada en la que aparentemente le cometieron falta, sacó un centro a segundo palo, “Chupete” no estaba en la mejor posición para cabecar, pero peleó el balón por alto a Castillo, que despejó muy incomodo, saliendo un “globo” hacia el pico del área grande y ahí de forma inesperada apareció Severo Meza, quien midió perfectamente la caída del balón y lo empeinó de forma espectacular clavandolo en ángulo contrario, haciendo inútil el vuelo de Cirilo Saucedo, ¡golazo!… me hizo recordar el gol de Zinedine Zidane en Final de la Champions del 2002. Así concluyó la primera parte, lo mejor estaba por venir.
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