Era ya de madrugada en Moscú cuando Leo Messi, acompañado por el doctor de la selección argentina Donato Villani, se dirigían a una clínica de la capital rusa. El objetivo era hacerle varias pruebas al jugador argentino, para descartar que tuviera cualquier lesión importante.
Y los pronósticos se cumplieron. En un primer momento cundió la alarma en el hotel de concentración de Argentina, porque Messi tardó mucho en regresar desde la clínica. Pero, afortunadamente, cuando llegó pudo tranquilizar a todo el mundo y explicar que tenía una pequeña contractura. Nada importante, por suerte para todos.
A pesar de las buenas noticias, Messi no jugará contra Rusia. "Mirá si lo ponemos y se lesiona, sería una picardía, hay que cuidarlo", explicó Maradona a los periodistas argentinos, más tranquilo ya al saber que no había lesión importante.
A pesar de no jugar, Messi se queda en Moscú y regresará a Barcelona este jueves, vía Madrid. A su llegada, para más seguridad, los servicios médicos del Barça le harán más pruebas para poder saber si juega el domingo en Bilbao.
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