Cristiano Ronaldo está teniendo más protagonismo en las salas de fiestas que en el terreno de juego. Si el mismo día que se anunciaba su fichaje por el Real Madrid era ‘cazado’ en actitud tórrida con Paris Hilton, este fin de semana tuvo un desagradable encuentro con su ex novia, Nereida Gallardo.
El portugués aprovechó la jornada de descanso concedida por Manuel Pellegrini para escaparse a Mallorca. Allí ceno en el ‘Mod Beach’, situado en el puerto de Portals, y luego salió a tomar unos mojitos en una discoteca de la zona. Hasta ahí, todo normal. El problema es que apareció la modelo por el local. Cuando le vio, Nereida se acercó para saludarle, pero lo único que encontró fue el desprecio de Cristiano Ronaldo que no sólo le negó el saludo, sino que ordenó a sus guardaespaldas que la sacaran del local.
El encuentro acabó como el rosario de la aurora. Con la modelo reproduciendo un gesto obsceno -el dedo índice y el pulgar formando un círculo- que le dedicaban los rivales en Inglaterra y el portugués refugiándose en una sala privada del local hasta que las aguas volvieron a su cauce. Cristiano Ronaldo acabó abandonando el local por la puerta de atrás y tomando un coche que le vino a recoger. Su mala fortuna es que los ‘paparazzi’ captaron las imágenes de su ‘rifi-rafe’ con Nereida y ésta apareció ayer en varios ‘tabloides’ ingleses.
El portugués aún no ha digerido que la modelo que aireara sus costumbres metrosexuales y su narcisimo, desvelando que tenía la casa llena de espejos para mirarse constantemente y que usaba todo tipo de cremas corporales, así como la dependencia de su madre, Dolores.
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