Sunday, March 14, 2010

MESSI VENCE AL VALENCIA CON TRES GOLAZOS


Cómodamente sentado en el palco, a la espalda de su maestro Cruyff y flanqueado por su amigo Estiarte y por su ex compañero Txiki Begiristain, Pep Guardiola vio a un Barça diferente. Al margen de las bajas, este Barça no se parecía en nada al de la temporada pasada. Es más, el Valencia cuestionaba ese escudo que lucían los barcelonistas por primera vez. No parecían realmente campeones del mundo.

¿Qué le pasaba a este equipo? Cuesta ver cómo Xavi e Iniesta no logran hacer funcionar la máquina, cómo La defensa sufre ante las embestidas valencianistas capitaneadas por un Jordi Alba que justificó por qué prometía tanto en sus tiempos en el Cornellà juvenil. Fue el joven jugador catalán quien quiso cuestionar a Valdés en los primeros minutos, con un remate a centro de Miguel que se fue fuera.

El Barça no encontraba el camino hacia la meta de César y, en cambio, el Valencia se iba envalentonando. Pablo Hernández probó fortuna dos veces ante el meta blaugrana antes de que Milito conectara el primer cabezazo entre los tres palos de la portería ché, con buena respuesta por parte de César. Pero el dominio seguía siendo che. Y más cuando el canario Silva también mostró su tarjeta de presentación. Primero, en un chut desde fuera del área que se estrelló en la defensa. Después, en un intento de pase de la muerte a Maduro que Valdés –otra vez Valdés- desbarató.

A los de Emery les faltaba Villa. Quizá con él, otro gallo hubiese cantado en esa primera parte. El ‘Guaje’ no pudo rivalizar con un Messi que sólo se dejó ver en dos acciones puntuales en la recta final del primer acto. Robó primero un balón en el centro del campo pero disparó al exterior de la red de César. Era el minuto 31. Y cuatro minutos después, recibió un gran balón de Xavi pero probó el regate imposible apurando la línea de fondo ante César… y no le salió.

Fueron los únicos momentos de esperanza de que el Barça recuperara su imagen. Más bien un espejismo porque el 0-0 fue el mal menor ante un Valencia que buscó el gol pero no lo encontró. Para colmo de males para Emery, Albelda ni siquiera llegó al descanso. Se resintió de su lesión y tuvo que dejar su puesto a Manuel Fernandes.

Y ENTONCES LLEGÓ MESSI

Había que buscar soluciones. La primera decisión transmitida por Pep Guardiola a su inseparable Tito Vilanova desde el palco fue apostar por Henry en detrimento de un Bojan que debe plantearse muchas cosas. Entre ellas, intentar aprovechar mejor las oportunidades que tiene, porque en la primera parte ni se le vio.

En cambio, Titi sí que salió a comerse el mundo, como si se tratara de un canterano con hambre. El Barça cambió como de la noche a la mañana. Apareció el equipo que enamora al Camp Nou, multiplicando sus llegadas a los dominios de César, que tuvo que emplearse a fondo tras un centro de Henry y un remate, tal y como le venía de Messi.

Sí, Leo Messi. De sus chispazos de la primera parte pasó a una traca fallera tan contundente como efectiva. Se quedó el balón que le dio Xavi. Se fue de Banega, de Bruno, de Dealbert, desequilibró a César y rompió el partido. Es lo que se le pide a un crack como él. Es lo que se sueña pero no siempre se consigue. Leo lo hizo realidad.

El 1-0 hizo reaccionar a Unai Emery, que quitó del campo a un deslucido ‘Chori’ Domínguez y tiró de altura con el ex ‘sacapuntos’ Zigic. Y estuvo a punto de ser un cambio oportuno porque justo después de que Muñiz anulara justamente un gol a Maxwell en fuera de juego, el balcánico sacó los colores a Piqué y Milito y se escapó solo hacia la portería blaugrana. Una jugada mortal de necesidad, si no fuera porque Víctor Valdés salió como un coloso para desviar. Era el minuto 68 de partido.

MÁS VERDE QUE MADURO

Este serio Valencia de la primera parte pareció perder los papeles ante el cambio de decoración. Como los perdió el holandés Maduro ganándose con todo merecimiento la segunda amarilla por una falta en el centro del campo. Para postre, Bruno se lesionó y creo otro dolor de cabeza al técnico che, porque la banda izquierda de su defensa se iba a convertir en una autopista.

Y en el día que se inicia el Mundial de F-1, cuando todos elogian a Alonso, quien puso la directa fue Messi. Más Messi que nunca. Eso sí, con la inestimable colaboración de Henry. Minuto 81, el francés realiza un cambio de juego al argentino, quien se va hasta de la Fallera Mayor otra vez para batir a César. Y por si el Valencia, rodilla en tierra, pensaba en incorporarse, otra jugada de tiralíneas entre Iniesta y Henry para que el galo diera otro balón a Leo. Ni corto ni perezoso, la ‘Pulga’ materializó un ‘hat trick’ de campeón.

La ovación del respetable cuando Messi se retiró, sustituido por Touré, fue más que merecida. ¡Cómo cambió la historia de este partido el argentino, más Pichichi que nunca! Pero también es justo decir que el cambio de Henry por Bojan tuvo algo que ver. Bastante. El campeón recobró su imagen a lo grande, por si alguien, en el centro de España, tenía dudas.

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