Hoy es día para sentarse en el sofá, plantarse ante el televisor, aprovisionarse de todo tipo de víveres y prepararse a conciencia para vivir las tensiones de una tarde-noche que promete no dejar indiferente a nadie.
A priori, la parroquia azulgrana encara la jornada con moderado optimismo. Y no es para menos si contemplamos la benevolencia del calendario en este arranque de la segunda vuelta. Para empezar, los de Pep Guardiola rinden visita al Sporting. El Molinón no lo pondrá nada fácil, pero este Barça parece que le tiene tomada la medida a la escuadra asturiana.
En cualquier caso, a priori, el escenario se presume bastante más asequible que Riazor, un feudo que recibirá de forma hostil al Real Madrid minutos después que el líder haya finalizado su encuentro.
La jornada vuelve a ser propicia para que el Barça amplíe los cinco puntos que en la actualidad mantiene frente al Real Madrid. El primer requisito es sencillo: ganar en El Molinón. El feudo sportinguista no es un campo cualquiera. Y menos para Pep Guardiola.
Hace poco más de un año, un espectacular 1-6 marcaba un antes y un después en la historia azulgrana. Fue un triunfo, el primero de la nueva era, que sentó las bases de la flamante máquina azulgrana que meses más tarde coronó la temporada de los seis títulos. Nadie lo olvida y el gran reto no es otro que repetir victoria y regresar a casa, una vez más, con los tres puntos. Hasta cierto punto, la goleada es lo de menos. Lo verdaderamente importante es mantener la racha y encadenar otra victoria.
Si El Molinón destila gratos recuerdos, el Real Madrid no puede decir los mismo de Riazor. Es necesario remontarse dos décadas atrás para recordar el último triunfo merengue a domicilio frente al Deportivo. El barcelonismo confía en que hoy se repita la historia y minutos antes de las 22.00 horas, aunque sea de forma provisional, pueda lucir al frente de la clasificación con ocho puntos más que su inmediato perseguidor. Una losa que pueda dificultar aún más el juego del conjunto de Pellegrini.
Ronaldo, otro espectador
La jugada no es sencilla pero se presta a generar ilusión. En primer lugar porque los azulgrana han trabajado durante toda la semana centrados única y exclusivamente en su compromiso liguero. Pep ha dirigido al equipo con calma y la rutina sólo se ha visto alterada por una cena de plantilla destinada a reforzar aún más la hermandad imperante en el seno del vestuario. Por contra, la plantilla blanca y su entorno se han visto salpicados por el enésimo escándalo generado alrededor de la figura de Cristiano Ronaldo. El club ha puesto en marcha su maquinaria mediática y jurídica para lograr la presencia del portugués sobre el césped de Riazor. Esfuerzo inútil. Si el luso quiere presenciar el encuentro deberá conformarse con sentarse en la grada o bien enchufar el televisor como la mayoría de los mortales.
La consigna es inequívoca y Guardiola no quiere más distracciones que las estrictamente imprescindibles. El Barça debe seguir ganando y aparcando cualquier tropiezo liguero. La Liga pasa por sumar y esperar que el eterno rival vuelva a dejarse algún que otro punto por el camino. Hoy es una magnífica oportunidad.
No comments:
Post a Comment