La recuperación de Zlatan Ibrahimovic y Leo Messi para el clásico de mañana en el Camp Nou cada vez está más cerca de ser una realidad. Ambos futbolistas continuaron ayer con su plan específico y las sensaciones volvieron a ser positivas, por lo que todos los indicios apunta a que estarán a disposición de Pep Guardiola para el clásico frente al Real Madrid.
Los dos cracks barcelonistas saltaron ayer al campo de la Ciutat Esportiva con el resto de sus compañeros para completar con ellos la primera fase de la sesión. Zlatan y Leo estaban sonrientes y se les veía felices de poder participar en los rondos con total normalidad.
Su buen estado de ánimo era la mejor prueba de que se sienten en condiciones y animados de estar mañana sobre el terreno de juego del Camp Nou. La oportunidad de realizar algunos ejercicios con el equipo fue la mejor medicina para reactivar su confianza y la reafirmación de que Guardiola tendrá a ambos para el choque ante el Real Madrid.
Tras realizar la primera parte del entrenamiento con los compañeros, Ibra y Messi de que sus piernas estén en condiciones de soportar mañana el esfuerzo que supone un partido de estas características. completaron la jornada con un trabajo centrado en reforzar la musculatura y mejorar la flexibilidad con el objetivo.
Ambos futbolistas todavía disponen hoy de un nuevo entrenamiento para acabar de completar su puesta a punto. Su incorporación al grupo ha sido paulatina y hoy deberán forzar un poco más la máquina para comprobar si llegan a tiempo de disputar el partido.
Si del entrenamiento de hoy se vuelven a extraer conclusiones positivas, la prueba de fuego definitiva la pasarían en la leve sesión matinal del mismo día del partido. Guardiola quiere esperar hasta el último instante, como ya hizo el pasado martes ante el Inter, para tomar la decisión definitiva. Ante todo, el de Santpedor no quiere poner en riesgo la salud de sus jugadores en la antesala de un mes decisivo con el colofón del ansiado Mundial de Clubs.
La tranquilidad que tiene el entrenador barcelonista es el buen funcionamiento colectivo del equipo, más allá de los jugadores que salten al terreno de juego. Guardiola confesó al término del encuentro ante el Inter que “con Ibra y Leo me siento más seguro”, aunque también tiene plena confianza en los hombres que deban saltar al terreno de juego si los cracks no pasan la prueba de última hora. La plantilla demostró tener recursos para solventar partidos de primera línea, como era del pasado martes, al que había añadir una enorme presión ya que peligraba de forma seria la continuidad en la presente edición de la Champions League.
La fuerza del Barça radica en su bloque, aunque hay que valorar mucho la importancia de Ibrahimovic y Messi dentro del engranaje barcelonista El sueco ha marcado ocho goles, siete en la Liga y otro en la Champions League, mientras que el argentino ya acumula once tantos, siete en el campeonato liguero, dos en la Supercopa de España, uno en la Champions y otro en la Copa del Rey.
Los números son incontestables y confirman que el conjunto blaugrana aparentemente es más fuerte con Zlatan y Leo sobre el terreno de juego. Ambos son dos jugadores de referencia, llamados a marcar las diferencias en cualquier partido y el cuerpo técnico hará todo lo posible para poder contar con ellos.
A favor del Barça y del staff comandado por Pep Guardiola juega la voluntad del futbolista. Nada más lesionarse, Ibrahimovic y Messi se pusieron manos a la obra para intentar estar recuperados cuanto antes posible. El primer objetivo fue estar en condiciones para jugar el martes ante el Inter y su esfuerzo les permitió estar como mínimo en el banquillo por si era necesaria su presencia en el transcurso del partido.
Aunque Guardiola prefirió que los jugadores no corrieran el riesgo de recaer de sus respectivas dolencias frente al campeón italiano, ninguno de los dos se ha rendido y siguen luchando a contrarreloj para encontrarse al cien por cien frente al conjunto madridista.
Messi ha tenido generalmente grandes actuaciones frente al Real Madrid y está muy motivado para volver a dejar su sello en el gran partido del año. La campaña pasada fue uno de los artífices de la goleada por 2-6 en el Santiago Bernabéu con dos goles, además de marcar el tanto de la tranquilidad en el partido del Camp Nou, con el ya célebre trompazo de Cannavaro contra el poste de Iker Casillas.
El argentino no quiere perderse nunca un partido de estas características y los culés pueden estar muy tranquilos porque seguro que dará el máximo para ser de la partida en el encuentro de mañana. Leo quiere ayudar al equipo y firmar otra brillante actuación a las puertas de recibir los dos grandes galardones a nivel individual del fútbol mundial como son el Balón de Oro y el FIFA World Player.
Por su parte, Zlatan Ibrahimovic está ansioso por disputar el primer clásico con la camiseta del FC Barcelona. El sueco lo ha visto en varias ocasiones por televisión y sabe perfectamente que es mucho más que un partido. El ambiente que se respira es inigualable y Zlatan quiere vivir la experiencia de disfrutar de uno de los mejores encuentros que pueden disputarse en el mundo.
El delantero barcelonista sufrió una elongación en el último partido de Liga jugado en el Camp Nou frente al Mallorca. Ibra sufrió una elongación muscular de la le ha costado recuperase normalmente. Antes del partido ante el Athletic volvió a notar molestias y Guardiola decidió que el futbolista se quedara en casa. La misma historia se repitió unos días después en el entrenamiento previo del choque ante el Inter. Las sensaciones no fueron las mejores y el técnico decidió reservarle para evitar males mayores.
Ibra y Messi están como locos por poder jugar el clásico y ésta es la principal garantía que tienen los barcelonistas. El compromiso y la voluntad de los futbolistas está asegurado.
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