Saturday, November 14, 2009

EL BARCELONA CON LA GRIPE A


El estado de paranoia con la gripe A es generalizado. Los casos se suceden al ritmo que la enfermedad avanza. En el Barça, de momento, el tema está controlado, pero ayer saltaron todas las alarmas al aplazarse el Barça Atlètic-Alicante de Segunda B.

El aplazamiento se debe a las muchas bajas con las que cuenta el equipo de Luis Enrique, pero sólo dos de ellas se deben a posibles casos de gripe A que no están confirmados. Uno es el de Jonathan Soriano, mientras que el otro es el de Martín Montoya. El lateral diestro fue uno de los futbolistas del filial blaugrana que se entrenó a las órdenes de Pep Guardiola en el primer equipo. Fue el pasado jueves. Siete jugadores del primer equipo (Valdés, Pinto, Maxwell, Márquez, Milito, Bojan y Pedro –Keita, Ibrahimovic y Jeffrén trabajaron a parte–) y seis del filial (Espasandín, Bartra, Oriol Romeu, Jonathan dos Santos, Nolito y Montoya) trabajaron juntos en la Ciutat Esportiva. La presencia del canterano, que había llegado junto a Marc Bartra de jugar tres partidos con la selección española sub’19, pone en alerta a los servicios médicos, pese a que no está confirmado que el origen de la fiebre y el malestar sea fruto de la gripe A.

Aún así, el Barça ya puso en marcha las medidas protocolarias de prevención contra la enfermedad a inicios de la temporada. Se trata de medidas muy suaves, como la utilización de un jabón especial, que de muy poco sirven si el virus hace su camino. Se trata de una enfermedad muy difícil de controlar y ante la que muy pocas cosas se pueden hacer. Eso sí, el club tiene muy claro que, a la mínima sospecha de que cualquiera de sus trabajadores, no sólo los futbolistas, pueda tener la gripe A, se le envía para casa como medida de prevención. Ya se han dado dos casos esta temproada y se siguió el protocolo al pie de la letra. Los preparadores físicos Aureli Altimira y Francesc Cos pasaron por un proceso gripal y estuvieron aislados en su casa durante más días de los estrictamente necesarios. Todo para evitar en la medida de lo posible cualquier contagio con otros miembros de la plantilla. Pero el club tiene muy claro que no existe ningún método que permita estar al cien por cien seguros de que la gripe A no va a hacer acto de presencia en el vestuario blaugrana. Además, pese a que en las instalaciones se tiene mucha cura de ello –cada futbolista tiene su botellín de agua en los entrenamientos–, lo que hagan los jugadores lejos de la Ciutat Esportiva depende exclusivamente de ellos.

De momento, no cunde el pánico ni existen motivos para la preocupación, pero habrá que ver cómo evoluciona el estado físico de Montoya y Jonathan Soriano para saber si sus casos pueden reproducirse.

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