Saturday, October 31, 2009

EL COMBATE MAS MEMORABLE DEL BOXEO


La historia del boxeo está llena de combates del siglo, pero ninguno de ellos alcanzó la repercusión del duelo que dos estadounidenses de raza negra, Muhammad Alí (Cassius Clay antes de abrazar la fe musulmana) y George Foreman, protagonizaron el 30 de octubre de 1974 en el estadio '20 de mayo' de Kinshasa, la capital del Zaire, ahora conocido como República Democrática del Congo. Allí, en pleno corazón de África, la tierra de sus antepasados, Alí recuperó el cetro mundial que había ganado en 1964 ante Sonny Liston y del que había sido desposeído en 1967, cuando se negó a ir a la guerra del Vietnam y fue condenado a 5 años de cárcel, y se convirtió, con 33 años, en el segundo púgil de la historia en recuperar la corona de los pesados tras ganar por KO en el 8º asalto a Foreman, de 25, invicto en 40 combates y gran favorito.

Pese a celebrarse en Zaire, la pelea organizada por el entonces poco conocido promotor Don King, que encontró una mina económica en el dictador local Joseph Mobutu Sese Seko, fue concebida como un espectáculo 'made in USA'. De hecho, se disputó a las 4 de la madrugada –hora de Kinshasa– para que coincidiera con el 'prime time' en Estados Unidos, donde se ofreció en directo por televisión a millones de espectadores. Por tal motivo, ambos púgiles se garantizaron una bolsa de 5 millones de dólares cada uno (unos 300 millones de pesetas de entonces, 1,8 millones de euros de ahora).

Pese a la intempestiva hora del combate, unas 100.000 personas lo presenciaron en directo en el ahora decrépito estadio que desde 1997, tras la caída de Mobutu, se llama Tata Raphaël. Y no se vieron defraudadas, ya que la mayoría del público local decantó por Muhammad Alí, quien en 1970 –tras ser absuelto de sus cargos por un defecto de forma– había regresado a los cuadriláteros con una derrota a los puntos ante Joe Frazier y cuya carrera estaba en pleno descenso en contraste con la juventud y pujanza de George Foreman.

"Alí, mátalo"

A los gritos de "¡Ali, boma ye! ("¡Alí, mátalo!"), la frase que éste había aprendido en lingala, la lengua local, y no había cesado de repetir los días previos al combate, el público tomó partido por el veterano púgil, que fue fiel a su estilo y bailó a su sorprendido rival. "Vuelo como una mariposa, pero pico como una abeja", era su frase preferida. Y la llevó a la práctica en el combate hasta conectar un 'uno-dos' al final del octavo asalto que acabó con Foreman.

Pese a los rumores de que el final se había pactado, la pelea, que fue bautizada como 'The rumble in the jungle' (Tormenta en la jungla), tuvo tanta repercusión que incluso dio pie a la creación de películas, libros, canciones y documentales, uno de los cuales, 'When we are kings' (Cuaándo éramos reyes) ganó un Óscar en 1997

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