El Madrid ha empezado con fuerza, pero sin convencer. La pegada de los blancos ha ocultado las carencias en su juego. Además, se ha enfrentado a rivales de un perfil más bajo ante los que ha acabado imponiéndose por la calidad individual de sus jugadores. Hasta el momento, le ha bastado con un juego poco brillante pero eficaz. Hoy ante el Villarreal comprobará que necesitará algo más para mantener su puesto privilegiado.
Los blancos son líderes por su evidente pegada pero carentes de un dibujo equilibrado. Pellegrini afirma que las rotaciones no afectan al sistema, aunque el Xerez desnudó esa indolencia que fue solucionada cuando puso a cada peón en su sitio. Hoy, ante su ex equipo, parece que la experiencia le ha enseñado a no combinar parejas inconexas y pondrá en liza un once donde cada cual desempeña un papel, y no ese empeño de encomendar a dos actores el mismo rol.
Sin Xabi Alonso, Pellegrini ha comprobado que sujetar el juego y crear fútbol no es tarea para destructores, que los arquitectos son necesarios y más en un equipo al que además de ganar se le exige la vía del buen fútbol.
El conjunto blanco se someterá a su primer examen serio de la temporada inmerso en un mar de dudas. Los resultados positivos le han permitido sobrevivir, pero en todos los partidos ha pasado momentos de apuro. Si sus oponentes hubiesen estado algo más acertados, los elogios que recibe el Madrid ahora serían críticas feroces. Los de Pellegrini lo han tenido relativamente fácil. Sin embargo, no siempre podrán mantener un nivel de juego tan plano.
El Villarreal, por su parte, también está en construcción y no ha tenido un inicio demasiado brillante. Valverde es otro técnico que defiende el buen fútbol, el de toque y desmarque. Y eso para el Madrid es sinónimo de peligro por falta de costumbre. Los blancos suelen a llevar la iniciativa, correr poco detrás del balón y cuando les llevan a ese terreno, sufren como el domingo ante el Xerez.
Pellegrini tiene perfilado el once desde antes de jugar ante el Xerez, o eso dice, por lo que el riesgo es considerable si los elegidos no encajan en su sistema. Ahora tirará de Guti y la duda está entre Granero y Kaká: si dos o tres centrocampistas. No se sabe si será Gago o Lass el medio centro, pero los dos juntos no. Pellegrini debería dar continuidad al argentino porque en el análisis de las rotaciones le toca, y porque tendrá la oportunidad de desquitarse del mal partido que hizo ante el Xerez. En ataque es el turno de Higuaín y junto al Pipita dos más: Cristiano, Raúl y Benzema. Por rotaciones acompañarían al argentino, Benzema y Raúl. La pregunta es obvia si deja a Cristiano y a Kaká fuera. ¿Se atreverá Pellegrini a dejar 150 millones en el banquillo?
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